El caso de Sister Hong, un hombre originario de China que se hacía pasar por mujer para concretar encuentros sexuales con otros hombres, sigue generando revuelo en redes sociales.
Los memes, dibujos y parodias sobre el caso de Jiao, un residente de la ciudad oriental de Nanjing, de 38 años de edad, continúan a escasos días de cumplirse un mes de su detención.

Otra cara del suceso muestra una creciente preocupación en miles de usuarios de redes sociales alrededor del mundo, quienes señalan los riesgos relacionados a entablar relaciones sexuales con personas desconocidas a través de redes sociales; específicamente aquellos de salud pública.
Pero, ¿qué se sabe realmente sobre el caso? En MILENIO te explicamos.
Relaciones sexuales a cambio de comida y videos grabados sin consentimiento
El caso de Sister Hong explotó en redes sociales el pasado viernes 18 de julio, aun cuando medios locales de China sostienen que Jiao fue detenido el 1 de julio bajo la sospecha de difusión de material obsceno.
Aunque las autoridades del país asiático no han revelado detalles sobre lo ocurrido, toda vez que el caso continúa bajo investigación, reportes indican que Sister Hong utilizó el mismo modus operandi durante los últimos tres años.
Los primeros informes señalan que Jiao se presentaba como mujer casada en aplicaciones de citas, donde conocía a hombres jóvenes y adultos con los que posteriormente concretaba citas para tener relaciones sexuales en su domicilio.

Reportes y capturas difundidas en redes sociales, muestran que a cambio de los encuentros íntimos, solicitaba alimentos u otro tipo de objetos.
Durante las citas, Sister Hong grababa los encuentros sexuales sin conocimiento ni consentimiento de los individuos para posteriormente difundirlos en grupos y plataformas digitales por las que, presuntamente, cobraba una membresía.
Destaca que, en las grabaciones compartidas a través de Internet, Sister Hong siempre aparecía vestida y con cubrebocas. Los hombres con los que concretaba encuentros fueron expuestos en su totalidad.
Aunque en un inicio se habló de al menos mil 600 víctimas, las autoridades de China confirmaron que se trata de una cifra menor, aunque no han revelado más información sobre ello.

¿Cómo son vistas las apps de citas en China?
En 2022, un reportaje de The New York Times destacó que las apps de citas prosperaban cada vez más en China, aun pese a la controversia y los estigmas sociales entorno a ellas.
"La cantidad de aplicaciones de citas en China con más de mil descargas se disparó a 275 este año, en comparación con las 81 de 2017. (...) Las descargas de las aplicaciones, así como las compras dentro de las aplicaciones, han aumentado", citó el medio estadunidense.
En las grandes ciudades como Beijing, Shanghái o Shenzhen, el uso de apps de citas como Tantan —identificado como el 'Tinder chino'— o Momo es común entre jóvenes profesionales que buscan pareja o compañía en un entorno social acelerado.
No obstante, a pesar de su popularidad, existe aún un estigma cultural, especialmente en generaciones mayores o zonas más conservadoras.
Hasta el momento, no se han revelado datos sobre si Sister Hong conoció a los hombres que engañó en una aplicación de citas en particular, o si se trató de encuentros concretados a través de redes sociales.
Un caso de violencia sexual, digital y violación a la privacidad
El escándalo protagonizado por Sister Hong no solo expone los riesgos de las citas en línea, sino que también revela un patrón sistemático de violencia múltiple que afecta directamente la integridad física, emocional y digital de las víctimas.
Aunque el caso ha sido utilizado para la creación de memes, videos parodia y otro tipo de contenido digital que ha ironizado sobre lo ocurrido, existe un componente de violencia sexual.
Aunque los encuentros se concertaban de forma aparentemente consensuada, las víctimas accedían bajo un engaño: creían estar teniendo una cita íntima con una mujer, cuando en realidad se trataba de un hombre disfrazado.
Este tipo de suplantación de identidad socava la capacidad de las personas de dar un consentimiento informado, lo que podría configurar una forma de agresión sexual bajo ciertos marcos legales.
Además, la grabación de estos encuentros sin consentimiento constituye una grave violación a la privacidad. Las imágenes eran captadas de forma clandestina y luego distribuidas a través de plataformas digitales, convirtiéndose en una forma de violencia digital.
Los peligros ocultos de las citas en línea: engaños, estafas y violencia
A medida que las aplicaciones de citas se han consolidado como una forma habitual de conocer personas, también han surgido numerosos riesgos asociados a su uso.
Aunque estas plataformas prometen conexiones auténticas, muchas veces terminan siendo el escenario de engaños emocionales, estafas económicas e incluso situaciones de violencia.
Uno de los riesgos más frecuentes es la suplantación de identidad, también conocida como catfishing, donde una persona crea un perfil falso para manipular emocionalmente a su víctima.

En muchos casos, estos engaños terminan en estafas financieras, con delincuentes que se aprovechan de la confianza para pedir dinero con falsas promesas de amor o ayuda urgente.
Además, se han documentado casos en los que las citas concertadas a través de estas plataformas terminan en agresiones físicas o sexuales, lo que ha llevado a algunos países a exigir mayores controles de seguridad y verificación de identidad.
En la próxima entrega, MILENIO explicará uno de los casos más notorios sobre engaños digitales: el del "estafador de Tinder".
RMV.