Jorge Mario Bergoglio, nombre secular del papa Francisco, murió la mañana del 21 de abril en la Ciudad del Vaticano a causa de un accidente cerebrovascular.
Dado su cargo como sumo pontífice, el papa Francisco era el jefe de Estado de la Santa Sede, como se le conoce al gobierno central de la Iglesia Católica. Con su muerte, el Vaticano entró en un periodo conocido como "sede vacante". ¿Qué implica este estatus y cómo se administra el Vaticano en estos casos? En MILENIO te contamos.
¿Qué es la sede vacante en el Vaticano?
En el ámbito de la organización de la Iglesia católica, se declara la sede vacante cuando fallece o renuncia un obispo. En caso de que muera el romano pontífice (es decir, el papa) inicia un periodo al cual se le conoce como sede apostólica vacante.
De acuerdo con la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium aprobada por el papa Francisco en 2022, durante la sede apostólica vacante "todos los dirigentes de las instituciones curiales y los miembros pierden su cargo".
Al entrar en este periodo, el Colegio de los Cardenales asume el liderazgo de la Iglesia católica, pero tiene un limitado margen de acción debido a que, según lo establecido por el artículo 428 del Código de Derecho Canónico, "nada debe innovarse" hasta la elección del siguiente pontífice.
De igual forma, la normativa precisa que los secretarios se ocupan de la administración ordinaria de las instituciones curiales. "Dentro de los tres meses siguientes a la elección del romano pontífice, deben ser confirmados por él en su cargo", apunta el artículo 18 de la Constitución Apostólica.

El papel del camarlengo durante la sede vacante en el Vaticano
Mientras la sede apostólica se encuentra vacante, quien se encarga de administrar los bienes y derechos temporales de la Santa Sede es el camarlengo, cargo que actualmente ocupa el cardenal Kevin Joseph Farrell.
La Constitución Apostólica establece que durante esta etapa, son deberes y derechos del camarlengo:
- Solicitar a todas las administraciones dependientes de la Santa Sede las relaciones sobre su estado patrimonial y económico, así como la información sobre asuntos extraordinarios, que estén en curso.
- Solicitar al Consejo de Asuntos Económicos los presupuestos y balances consolidados de la Santa Sede del año anterior, así como el presupuesto del año siguiente.
- Solicitar a la Secretaría de Asuntos Económicos, cuando resulte necesario, cualquier información sobre el estado económico de la Santa Sede.
El camarlengo, además, cuenta con el apoyo de un vicecamarlengo —puesto que hoy ostenta el arzobispo Ilson de Jesús Montanari— y tres cardenales asistentes. Es responsabilidad de este grupo vigilar que no se viole el carácter reservado de lo que sucede en la Capilla Sixtina durante las operaciones de votación del Cónclave.
Igualmente, será el cardenal camarlengo quien redacte el informe que incluya los resultados de cada jornada de votación para entregarlo, después del Cónclave, al pontífice electo.
BM.