El secretario de Estado de la Unión Americana, Marco Rubio, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, celebrarán reuniones informativas a puerta cerrada para todos los senadores y representantes estadunidenses este martes sobre la estrategia de la administración Trump hacia Venezuela.
Los objetivos del presidente Donald Trump siguen sin estar claros para muchos legisladores, incluso después de tres meses y medio, más de 20 ataques de Estados Unidos contra lanchas que presuntamente transportaban droga en aguas del Caribe y un aumento masivo de la fuerza militar en la región.
A continuación, un vistazo a la mezcla de temas que parecen estar contribuyendo a la campaña de presión.
Drogas
La administración Trump informó al Congreso en octubre que Estados Unidos está en “conflicto armado” con los cárteles de la droga, diciendo que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, juega un papel importante en el suministro de drogas ilegales que matan a los estadunidenses, lo que Maduro niega.
La administración también ha designado como organizaciones terroristas extranjeras al Tren de Aragua, una banda venezolana con orígenes carcelarios, y al Cartel de los Soles, un término vagamente definido que surgió en la década de 1990 como referencia a cualquier funcionario venezolano con presuntos vínculos con las drogas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó al propio Maduro de narcoterrorismo en 2020, durante el primer mandato de Trump como presidente.
Según datos estadunidenses, Venezuela es un país de tránsito de cocaína con destino a Europa y Estados Unidos y un refugio para grupos criminales que trafican con drogas, pero no es una fuente de fentanilo, la droga vinculada a la mayoría de las sobredosis en Estados Unidos.
Doctrina Monroe de Trump
Trump dio a conocer este mes su Estrategia de Seguridad Nacional, en la que argumenta que Estados Unidos debe revivir la Doctrina Monroe del siglo XIX, la cual declaró al hemisferio occidental como zona de influencia de Washington.
La estrategia sitúa al hemisferio a la cabeza de las prioridades de política exterior de Trump, y alude a la influencia estadunidense como una forma de negar a Pekín el acceso a recursos como instalaciones militares y minerales críticos.
Mientras se enfrenta a las estrictas sanciones estadunidenses, el gobierno de Maduro ha firmado acuerdos energéticos y mineros con China, así como con Irán y Rusia, profundizando una estrategia iniciada por el fallecido Hugo Chávez.
Una campaña de presión que diera lugar a un gobierno más favorable a Estados Unidos reforzaría efectivamente la influencia estadunidense en la región.
La líder de la oposición venezolana, la premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, dijo el pasado domingo que apoya absolutamente la estrategia de Trump. Machado señaló que Trump “finalmente” ha puesto a Venezuela “donde debe estar”: como una prioridad para la seguridad nacional de Estados Unidos.
“Hemos estado pidiendo esto durante años, así que finalmente está sucediendo”, dijo en el programa de televisión Face the Nation de la cadena CBS.
Petróleo
Maduro ha dicho que Washington quiere el petróleo de Venezuela, que actualmente vende principalmente a China. Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo del mundo y los analistas dicen que el acceso al petróleo podría ser una valiosa moneda de cambio para Maduro en sus negociaciones con Trump, un defensor de la industria de los combustibles fósiles.
Algunas empresas occidentales, entre ellas la estadunidense Chevron CVX.N, que tiene una licencia especial, siguen activas en Venezuela. Sin embargo, la industria del país se ha quedado atrás, con una producción baja para el tamaño de sus reservas. Años de sanciones también han impedido a Venezuela atraer inversiones y obtener los equipos y piezas que necesita.
Analistas dijeron que las reservas de petróleo de Venezuela serían de interés para Trump, pero la cuestión más amplia es que es un país del hemisferio con petróleo y otros recursos que está estrechamente aliado con rivales de Estados Unidos como China y Rusia.
“La idea de que haya un país con petróleo, minerales y tierras raras en nuestro hemisferio y que sus principales aliados sean China y Rusia es algo que no encaja en la visión que Trump tiene del mundo”, dijo David Smilde, experto en Venezuela de la Universidad de Tulane.
Cuba
Muchos aliados políticos cercanos de Trump, incluido su secretario de Estado cubano-estdounidense, Rubio, han abogado durante mucho tiempo por medidas duras contra el gobierno comunista de Cuba. Ven al gobierno de Maduro y su petróleo como un apoyo esencial para el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y otros líderes en La Habana, y esperan que el cambio en el gobierno de Venezuela debilite al de Cuba.
Inmigración
La administración Trump se ha estado moviendo para terminar con el estatus legal de cientos de miles de inmigrantes venezolanos en Estados Unidos, siguiendo la política de “deportaciones masivas ahora” que ayudó a impulsarlo a la victoria en su exitosa carrera por la reelección el año pasado.
La población venezolana en Estados Unidos creció casi un 600 por ciento entre 2000 y 2021, pasando de 95 mil a 640 mil personas, según un análisis del Pew Research Center de los datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, mientras el país sudamericano se enfrentaba a turbulencias políticas y económicas.
Acabar con la inestabilidad en su país de origen reduciría el incentivo de los venezolanos para buscar una nueva vida en Estados Unidos.
LP