La agencia humanitaria de las Naciones Unidas declaró este jueves que más de un millón de personas, principalmente mujeres y niños, fueron desplazados en Siria desde que los rebeldes lanzaron una ofensiva el 27 de noviembre, que derrocó el domingo al presidente Bashar al Asad.
"Al 12 de diciembre, 1,1 millón de personas fueron desplazadas en el país desde el inicio de las hostilidades el 27 de noviembre. La mayoría son mujeres y niños", declaró la oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha), en comunicado.
Asimismo, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que está trabajando para ampliar sus apoyos de asistencia alimentaria y con ello, llegar a casi tres millones de personas desplazadas.
A través de un comunicado, el PMA señaló que las necesidades humanas y la situación de seguridad alimentaria en Siria están relacionadas con la transición política.
"En este momento, las rutas de suministro comercial están comprometidas, los precios de los alimentos se están disparando y la moneda siria se está depreciando.
"Los artículos esenciales como el arroz, el azúcar y el aceite escasean y los precios del pan se han disparado, por lo que es de vital importancia que intensifiquemos nuestros esfuerzos para ayudar durante esta temporada de invierno", señaló.
????#Syria: WFP is scaling up to reach 2.8 million displaced and food-insecure people across all of the country.
— World Food Programme (@WFP) December 12, 2024
Food distributions and hot meal services have already resumed for displaced people in Homs, Aleppo, Raqqa and Al-Hasakah, after days of instability and unrest.
Fin del régimen de Asad
Las tropas rebeldes lideradas por islamistas radicales anunciaron este domingo en la televisión siria la caída del presidente Bashar al Asad y la "liberación" de la capital Damasco, tras una ofensiva relámpago que puso fin a más de cinco décadas de régimen de la misma familia.
Decenas de personas se manifestaron en el centro de Damasco para celebrar la caída del régimen.
"Esperábamos este día desde hacía mucho tiempo", dijo Amer Batha por teléfono a AFP desde la plaza. "No puedo creer que esté viviendo este momento", expresó entre lágrimas de alegría.
ksh
