La nueva ley de inversiones extranjeras en Cuba priorizará esa función “en casi todos los sectores de la economía” y contemplará “excepciones totales (de impuestos) en determinadas circunstancias”, anunció hoy José Luis Toledo Santander, titular de la comisión de Asuntos Constitucionales de la Asamblea Nacional.
El de Santander, es el primer informe a la prensa sobre el contenido del proyecto de ley que se espera sea aprobado por el legislativo la semana próxima y que economistas consideran “decisivo” para impulsar las reformas económicas emprendidas desde 2008, sin impacto positivo todavía en la difícil cotidianidad del país.
“El anteproyecto de ley trabaja en reforzar las garantías a los inversionistas. Además, deja establecido el carácter prioritario de la inversión extranjera en casi todos los sectores de la economía, especialmente en aquellos relacionados con la producción”, puntualizó Santander. En declaraciones al diario oficial Granma, agregó que la nueva reglamentación “contempla también bonificaciones impositivas y excepciones totales en determinadas circunstancias, así como flexibilización en materia aduanal, para potenciar la inversión”.
Santander informó que el miércoles concluirá el debate del anteproyecto que realizan los diputados cubanos desde hace varios días, dejando entrever que el Parlamento unicameral podría ser convocado en sesión extraordinaria la semana entrante, para aprobar dicho reglamento. Igualmente informó que entre las mayores preocupaciones de los diputados están “los derechos laborales de los cubanos que trabajarían en esos proyectos, los plazos de vigencia para la inversión y la protección del patrimonio nacional”.
“Debemos resaltar que el proceso de inversión extranjera se lleva adelante sin que el país renuncie a su soberanía y al sistema político social escogido: el socialismo”, dijo. En este contexto, el semanario Trabajadores informó hoy que los altos costos de los insumos en el mercado mundial –a lo que se sumaría la falta de dinero fresco, según entendidos-, determinaron que la cosecha actual de papas (patatas) abarque un área 57.3% inferior a la del año pasado, “que también fue inferior a las realizadas antes de 2010, y es solo el 17.4% de la mayor”, registrada en 1990.
El comentario fue una especie de explicación del desabastecimiento de ese alimento en el mercado interno, que tiene irritado a los cubanos.