Merkel llama a conformar mayoría de gobierno estable

El problema con la coalición es que ambos bloques no comparten su visión en temas de inmigración, el diésel y las energías fósiles.

La mandataria alemana, Angela Merkel, que resultó ganadora aunque debilitada tras las legislativas del domingo en su país, prometió formar una mayoría de gobierno estable y reconquistar a los numerosos electores que votaron por el movimiento de derecha nacionalista Alternativa para Alemania (AfD).

"Todos los partidos que, a nuestro parecer, son compatibles para una coalición tienen la responsabilidad de permitir la formación de un gobierno estable", declaró Merkel tras su cuarta reelección y en el poder desde 2005.

Su partido conservador, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), y su aliado bávaro, Unión Social Cristiana (CSU), obtuvieron 33 por ciento de votos, su peor resultado desde 1949.

Tras una reunión de los dirigentes de la CDU, la líder conservadora anunció que entablará un diálogo con los liberales del Partido Democrático Libre (FDP) y los Verdes, tras el abandono de los socialdemócratas del SPD de la coalición de gobierno.

El SPD, con su peor resultado en años (20.5%), decidió abandonar la coalición que formaba con Merkel y pasarse a la oposición.

Para conseguir la mayoría en el Bundestag (parlamento federal) solo le queda una alianza, inédita hasta ahora, a escala nacional, entre los conservadores, los liberales del FDP (10.7%) y los Verdes (8.9%).

Esta coalición, apodada Jamaica —ya que tiene los colores negro, amarillo y verde de la bandera jamaiquina—, solo existe en el pequeño estado de Schleswig-Holstein (en el norte de Alemania).

El problema es que el FDP y los Verdes están en desacuerdo con Merkel y su partido por cuestiones como la inmigración, el futuro del diésel o el abandono de las energías fósiles.

Las elecciones han puesto de manifiesto que parte del electorado conservador —un millón de personas, según los sondeos— ha votado a la AfD, un movimiento de derecha populista que llevó una campaña con declaraciones revisionistas sobre el nazismo y ataques contra las políticas migratorias de Merkel y los musulmanes.

Los ultraderechistas se dividen

El movimiento Alternativa para Alemania (AfD) logró 12.6 por ciento de votos tras una campaña particularmente agresiva con declaraciones revisionistas sobre el nazismo y ataques contra la canciller Angela Merkel y los musulmanes. Pero un día después de las urnas, el AfD mostró sus fisuras cuando uno de sus dirigentes, Frauke Petry, sorprendió a sus correligionarios al anunciar que no formará parte del grupo parlamentario del partido. Petry criticó a uno de los líderes del partido, Alexander Gauland, que declaró "abierta la caza" de Merkel. La entrada del AfD al Bundstag es un terremoto para un país cuya identidad desde el final de la Segunda Guerra Mundial se ha construido sobre la base del arrepentimiento por el genocidio de judíos propiciado por el nazismo y el rechazo a la xenofobia y los extremismos.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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