El jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias Timochenko, ordenó desde La Habana el fin de todas las hostilidades de la guerrilla y el cese del fuego definitivo contra el ejército a partir de las 00 horas de hoy, coincidiendo con una decisión similar del presidente Juan Manuel Santos hecha en Bogotá.
"Ordeno a todos nuestros mandos, a todas nuestras unidades, a todos y cada uno de nuestros combatientes, a cesar el fuego y las hostilidades de manera definitiva contra el Estado colombiano a partir de las 12 horas de la noche de hoy", declaró Timochenko ante periodistas acompañado de sus camaradas de armas, alias Iván Márquez y el negociador ante Colombia, pablo Catatumbo.
El líder insurgente sostuvo que con lo pactado y el final de las acciones "se acabó la guerra en Colombia". "Hoy, más que nunca, lamentamos tanta muerte y dolor ocasionados por la guerra", agregó.
En rueda de prensa, el líder rebelde dijo que los insurgentes recibieron "emocionados" la decisión de Santos y en un mensaje al ejército y la policía de su país, añadió que "queremos manifestarles nuestra vocación por la reconciliación nacional".
Afirmó además que las guerrillas harán "todo lo que esté a nuestro alcance para consolidar una paz con justicia social".
Tras el anuncio de ambas partes, quedan abiertas las puertas para que los colombianos se pronuncien en un referendo a favor o contra la paz, acordada el 24 de agosto en la capital cubana.
Luego de conocerse los resultados de la consulta, convocada por el presidente Santos para el 2 de octubre —el cual confía en un resultado favorable—, el mandatario y Timochenko "encabezarán una ceremonia formal de firma de la paz", a la que serán invitados los gobernantes de los países que colaboraron con estas negociaciones, según fuentes colombianas.
Cuba y Noruega fungieron como garantes de estas pláticas desde sus inicios en noviembre de 2012. Venezuela y Chile lo hicieron en calidad de acompañantes y en la recta final de las negociaciones se sumó Estados Unidos.
Se espera que delegados de estos países, así como de México, que apoyará a las Naciones Unidas en el desminado en Colombia, figuren también entre los 50 invitados especiales a la 10 Conferencia Nacional de las FARC, que debe aprobar los acuerdos alcanzados en Cuba e iniciar la conversión de esa fuerza armada en un movimiento político civil tras entregar sus armas a representantes de la ONU.
La cita de las FARC fue convocada para el 13 al 19 de septiembre en los Llanos de Yari, San Vicente del Caguán (sur), ex feudo de la guerrilla y en presencia de unos 200 delegados, entre ellos los 29 miembros de su comité central.
"Mañana mismo comienza el cese el fuego y de hostilidades bilateral y definitivo" tras 52 años de guerra, dijo ayer el presidente Santos en la apertura de la Caminata por la Solidaridad en Bogotá, donde pidió a los colombianos votar "sí" en el referendo.
El viernes, Santos firmó el decreto para detener la ofensiva militar contra la guerrilla y comenzará a regir a las 00 horas (05H00 GMT) de hoy, cinco días después del cierre de las negociaciones de paz, desarrolladas en Cuba pero sin una tregua armada en Colombia.
Santos rechazó siempre suspender la actividad militar contra las FARC, oficialmente con unos 7 mil 500 combatientes, para no fortalecer a los rebeldes. Pero desde julio de 2015 las FARC decretaron un alto el fuego unilateral para favorecer la paz, al que el gobierno respondió con la suspensión de los bombardeos aéreos, aunque sin dejar de combatir a grupos armados ilegales como esta guerrilla.
Para ganar, el "Sí" debe lograr en el referendo al menos 4.4 millones de votos (13% del padrón electoral), que no pueden ser superados por el "No".
En el conflicto han participado otras guerrillas como el Ejército de Liberación Nacional, aún activo, paramilitares y agentes del Estado, con saldo de 260 mil muertos, 45 mil desaparecidos y 6.9 millones de desplazados.