Trabajadores del Museo del Louvre anunciaron este lunes una huelga “prorrogable” a partir del próximo 15 de diciembre, en medio de una creciente controversia por el deterioro de algunas instalaciones del museo más visitado del mundo y por los fallos de seguridad evidenciados en los últimos meses.
La decisión fue votada por unanimidad en una asamblea general convocada por los sindicatos CGT, CFDT y Sud, según medios franceses.
La movilización se produce un día después de que se conociera que cientos de libros antiguos resultaron dañados el pasado 27 de noviembre debido a una inundación en la biblioteca de antigüedades egipcias, provocada por tuberías cuyo estado vetusto era conocido desde hace tiempo. Este episodio se suma a una serie de incidentes que han alimentado el malestar entre el personal.
El 17 de noviembre, el museo cerró preventivamente un espacio de oficinas y una galería de antigüedades griegas situada debajo, tras detectar fragilidad en algunas vigas de esa zona del complejo. A esto se suma la polémica aún abierta por el espectacular robo del 19 de octubre, cuando un comando de ladrones accedió con un montacargas móvil a la galería de Apolo y sustrajo joyas de la corona de Francia sin que el equipo de seguridad pudiera impedirlo. Aunque los cuatro responsables fueron detenidos, las piezas no han sido recuperadas.
Los sindicatos argumentan que la situación es insostenible. En una carta dirigida a la ministra de Cultura, Rachida Dati, denunciaron las “condiciones de trabajo deterioradas”, la falta de personal y los recurrentes fallos técnicos derivados del desgaste del edificio. “Visitar el Louvre se ha convertido en una verdadera pista de obstáculos”, señalaron, al advertir que muchos espacios permanecen cerrados más allá de lo previsto debido a la insuficiencia de recursos.
La dirección del museo ha reconocido públicamente que es consciente de las carencias y de la urgente necesidad de modernización. Sin embargo, el personal insiste en que los problemas se han acumulado durante años y demandan medidas concretas y financiamiento suficiente para garantizar tanto la seguridad del patrimonio como las condiciones de trabajo.
Con información de EFE / AFP / JCM