Durante una reciente emisión de Antiques Roadshow, la experta Hilary Kay conoció a los hijos de Sidney Daniels, un trabajador del Titanic que sobrevivió al hundimiento del famoso transatlántico.
Los descendientes sorprendieron al público al revelar que conservan una carta “extraordinaria” escrita por su padre tras el desastre, y que rechazaron venderla pese a su alto valor histórico y monetario.

La carta, que permaneció en el uniforme del joven durante el naufragio del Titanic, fue mostrada por primera vez en el programa Antiques Roadshow. La familia decidió conservarla como parte de su legado.
Lo que cautivó a la audiencia no solo fue la historia de supervivencia, sino el objeto que la familia llevó al programa: una carta original que Sidney conservó en el bolsillo de su uniforme mientras escapaba del desastre.
La misiva, intacta después de más de 110 años, fue descrita por Kay como un objeto de “valor histórico extraordinario”.
Según estimaciones de la experta, la carta podría valer hasta 10 mil libras esterlinas, es decir, alrededor de 230 mil pesos mexicanos, aunque para los descendientes de Sidney, su valor emocional no tiene precio.

Así sobrevivió Sidney Daniels al Titanic
En el relato que ofrecieron sus hijos, se revivió la dramática noche del 14 de abril de 1912. La hija de Sidney recordó:
“Era domingo. Él dormía profundamente cuando lo despertó el vigilante nocturno con golpes y gritos. Al principio pensaron que era un simulacro.”
Una vez en cubierta, el joven de apenas 18 años fue asignado para despertar a los pasajeros en sus cabinas. Muchos no querían salir.
“Algunos decían: ‘¿Qué va a saber este muchacho? El barco es insumergible, no vamos a subir a cubierta’”, contó su hija.
Pero el Titanic ya estaba condenado. Sidney ayudó a subir personas a los botes salvavidas mientras el nivel del agua seguía aumentando. Su hijo compartió:
“Cuando todos los botes se habían ido, el agua ya le llegaba a las rodillas. Fue entonces cuando decidió lanzarse al mar.”
Nadó hasta encontrar un salvavidas, pero estaba demasiado cerca del barco, por lo que convenció a otro náufrago de alejarse nadando para evitar ser succionados por el hundimiento.
“Vio una estrella en el cielo, pensó que era su madre y nadó hacia ella. Encontraron una balsa volteada y se aferraron a ella”, relató su hijo.
Sidney estuvo a punto de rendirse
“Dijo: ‘Estoy cansado, quiero dormir’. Y el hombre a su lado le respondió: ‘Si te duermes, será la última vez’. Así que se mantuvieron despiertos cantando himnos para pasar el tiempo.”
La carta que Sidney llevaba consigo aquella noche quedó resguardada entre su ropa mojada y, contra todo pronóstico, sobrevivió al naufragio con él. Más de un siglo después, sus hijos aún la conservan como un testimonio tangible de una historia que marcó al mundo.
Hilary Kay no pudo ocultar su asombro al sostener la carta:
“Es un objeto extraordinario. Cualquier cosa relacionada con el Titanic tiene un poder muy especial sobre las personas. Tener algo tan vinculado a un momento histórico como este es realmente impactante.”
Pese al interés de coleccionistas, la familia Daniels rechazó cualquier oferta de venta. “Es parte de nuestra historia y queremos que siga con nosotros”, dijeron los hijos del sobreviviente.

JCM