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  • Migrante decide regresar a Venezuela tras vivir 9 meses en EU: "no existe el sueño americano"

El venezolano sorteaba gastos entre lo que debía enviar a su familia y su ahorro para montar un negocio.

Limberth Jiménez migró a Estados Unidos, pero se encontró con un panorama mucho más complejo que el que se vivía en ese país antes de las políticas migratorias de Trump.

Largas jornadas de trabajo en las que el miedo a ser deportados por autoridades de migración siempre estuvo presente. Fue así como Limberth Jiménez pasó su tiempo en los Estados Unidos por un lapso de nueve meses, —de diciembre del 2024 al 22 de agosto 2025— durante el cual, el deseo de tener una vida mejor en su natal Venezuela, fue lo que lo hizo resistir.

En entrevista desde su hogar para MILENIO, compartió que pasó esas intensas jornadas esquivando a los elementos de migración para no ser “cazado” en las redadas que se han realizado a lo largo de casi todo el país para deportar a inmigrantes irregulares.

¿Cuál fue la experiencia de Limberth Jiménez?

Compartió que su jornada iniciaba entre 04:00 a 05:00 horas y el regreso se prolongaba hasta las 23:00 horas para evitar los retenes o sitios donde se encontraran operativos de migración.

“El regreso era complicado por la cuestión de la migración, los retenes; por eso es que llegábamos tarde a casa”, señala Limberth.

Aunque peligroso, su paso por Estados Unidos le permitió alcanzar su meta principal, montar su propio taller para reparar motocicletas en el país sudamericano.

“Realmente fue de mucha ayuda, logré tener lo que tengo acá en Venezuela, que es mi negocio, gracias a Dios”.
“Todos los fines de semana que cobraba, se lo mandaba a mi familia”, dijo con orgullo.

Mandar dinero cada semana tras recibir su pago, fue la manera en la que logró montar su taller de reparación de motocicletas, pero fue necesario hacer varios sacrificios.

Recortar sus gastos fue el requerimiento principal para poder ahorrar la mayor cantidad posible y enviar el resto a casa.

“Todos los fines de semana que yo cobraba, mandaba para Venezuela, ahorrando y ahorrando, y batallé con lo que me quedaba para poder tener lo que tengo aquí”, compartió.

Regresar a su hogar no fue tan complicado, dijo. Su cruce por México fue a bordo de un autobús de pasajeros, pues si bien no se entregó a las autoridades de los Estados Unidos, sí lo hizo al llegar a Costa Rica. Donde fueron deportados a Panamá, para ser enviados posteriormente hasta las costas de Colombia. Todo sin ningún gasto para ellos.

Para él no fue un “sueño americano”, debido a que nunca se sintió tranquilo
Para Limberth no fue un “sueño americano”, debido a que nunca se sintió tranquilo.

Después de vivir momentos intensos y jornadas largas y extenuantes, confesó que para él no fue un “sueño americano”, por lo que no recomienda vivir la experiencia hoy en día, debido a las medidas que se han adoptado por la actual administración encabezada por Donald Trump.

Y es que para Limberth vivir un verdadero “sueño americano” es trabajar y vivir en tranquilidad.

Para este venezolano no fue nada difícil regresar a su país; no hubo necesidad de autodeportarse, así que la noche del 18 de agosto hizo sus maletas, se despidió de sus compañeros de trabajo y emprendió el regreso a casa.

“Me vine por mi propia cuenta, no me autodeporté ni nada de eso. Agarre mi bus y me vine para acá. Ya pasando Texas, seguimos normal, no nos pidieron papeles, porque habían demasiados camiones ahí que estaban revisando. Entramos a migración. Ya en México tampoco hubo problemas”.

Limberth narra que permaneció por seis días en la frontera con Costa Rica. Así como él, decenas de migrantes esperaban un barco que los regresaría hasta su país de origen: Venezuela.

“Pero al llegar a Costa Rica, sí me entregué a migración. Estuve seis días ahí mientras nos entregaban a migración con Panamá. Ellos nos facilitaron un buque que nos llevó hasta la frontera de Colombia y de ahí en lanchas hasta nuestro destino.”
Limberth Jiménez había ido al país norteamericano en busca de una mejor vida para su familia.
Limberth reconoció que el 'sueño americano' no existe | Especial.

Finalmente, mencionó que ese “sueño americano” que perseguía no existe, solo es un engaño para muchos, quienes piensan que la vida es fácil en Estados Unidos; sin embargo, no es así, menos en la actualidad que se han endurecido las políticas migratorias.

“Para mí nunca existió. Porque “el sueño americano” es que estuviera bien, que no tuviera miedo; estar relajados y trabajar con tranquilidad. Eso lo consideraría el sueño americano, pero así como está ahorita. Que se cuiden mucho y los que aún no han entrado, yo les recomendaría que se regresaran a sus países, porque la verdad, es difícil”.

Ya en casa, Limberth Jiménez agradece a dios por estar con su familia, que por casi nueve meses no vio. Con la mente clara, asegura que jamás volverá a salir de su hogar, ya que lo más valioso lo tiene en casa: su familia.

MD

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Sandra Gómez
  • Sandra Gómez
  • Reportera de MILENIO. Amante de los perros; Experta en temas migratorios y sociales. Ganadora de cinco premios estatales de periodismo en Coahuila.
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