Cuándo el presidente Donald Trump habló durante una histórica sesión ante el parlamento israelí, la Knesset, para celebrar la liberación de rehenes israelíes por parte de Hamás, se declaró sorprendido de cómo Israel, al que describió como un pequeño “punto” en la geografía del Medio Oriente y del mundo, ha sido capaz de logros sin precedentes.
“Lo que han hecho es un milagro… Hoy son más seguros, más fuertes y más respetados que en cualquier otro momento de la historia de Israel”, proclamó en medio de aplausos. Es una analogía que aplica al gran peso que la comunidad judía tiene dentro de Estados Unidos.
Con apenas poco más del 2 por ciento de la población de Estados Unidos, unas 7.5 millones de personas, la comunidad judía se ha consolidado como una de las más influyentes, prósperas e integradas del mundo, con un impacto significativo y beneficioso en la cultura, la economía, la política y el apoyo a la comunidad judía global.
Se estima que alrededor de 40 por ciento de todos los judíos de la diáspora (fuera de Israel), vive en Estados Unidos, especialmente en la ciudad de Nueva York, donde son alrededor del 10 por ciento de la población.
Quizá por eso, este martes pidió a la comunidad judía de Nueva York no votar por el demócrata y musulmán Zohran Mamdani en las elecciones para elegir alcalde.
Trump justificó su llamado al señalar a Mamdani como “hater” de judíos por lo que calificó como “persona estúpida” todo aquel que decida votar por el demócrata,
Uno de las mas acuciosas radiografías de la comunidad judía en Estado Unidos, realizada por el Pew Research Center, muestra que, en general, sus integrantes se inclinan fuertemente hacia causas progresistas y alrededor de 7 de cada 10 tendían a apoyar al Partido Demócrata sobre el Republicano.
Donald J. Trump Truth Social 11.04.25 08:21 AM EST pic.twitter.com/ZqSH8YT3GR
— Commentary Donald J. Trump Posts From Truth Social (@TrumpDailyPosts) November 4, 2025
“Entre los judíos sin religión, aproximadamente tres cuartas partes eran demócratas o tenían inclinaciones demócratas. Pero los judíos ortodoxos se han inclinado en la dirección opuesta, volviéndose tan firmemente republicanos como los judíos no ortodoxos son firmemente demócratas”, de acuerdo el Pew.
En el período previo a las elecciones presidenciales de 2020, el estudio encontró que 75 por ciento de los judíos ortodoxos dijeron ser republicanos o tener inclinaciones republicanas, en comparación con 57 por ciento en 2013.
Además, 86 por ciento de los judíos ortodoxos calificó la gestión de la política hacia Israel, en el entonces primer periodo de Donald Trump en la presidencia, como "excelente" o "buena", mientras que la mayoría de todos los judíos estadunidenses la describió como "solo regular".
Durante un mitin en Israel la semana pasada para recibir a los rehenes, la multitud vitoreó cuando se mencionó el nombre de Trump pero abucheó con la mención del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Una de las figuras judías más notorias del país es el multimillonario de origen húngaro George Soros, quien ha donado más de 30 mil millones a sus Open Society Foundations (OSF), a causas relacionadas con la democracia, los derechos humanos, la justicia, la transparencia y la educación. Y es un importante donante de causas progresistas y de candidatos demócratas.
El “lobby” judío en EU
Popularmente, el término "lobby judío" se refiere a diversos grupos y organizaciones que defienden los intereses de esa comunidad pero también se utiliza en un contexto claramente antisemita para sugerir que los judíos controlan secretamente la política, las finanzas o el espectáculo; no sólo de Estados Unidos sino del mundo.
En realidad, el cabildeo judío en Estados Unidos no es un monolito, sino un abanico de asociaciones que abogan por diferentes temas, desde los derechos civiles y la lucha, justamente, contra el antisemitismo hasta objetivos específicos de política exterior relacionados con Israel.
Sus organizaciones más notorias son:
- El Comité de Asuntos Públicos Estadunidense-Israelí (AIPAC). El grupo más conocido e influyente en Estados Unidos se describe como una organización nacional con más de 5 millones de miembros de base que busca fortalecer y expandir la relación entre Estados Unidos e Israel.
“Esta relación es una alianza mutuamente beneficiosa que salva vidas, promueve los intereses y valores estadunidenses, ayuda a proteger a nuestras tropas, fortalece nuestra economía y aborda los desafíos del siglo XXI”, sostiene.
- El Comité Judío Americano (AJC) defiende el derecho de Israel a existir en paz y seguridad; confronta el antisemitismo, sin importar su origen y defiende los valores democráticos que unen a los judíos y a sus aliados. Con motivo del ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023, el AJC ha movilizado su red global para abordar las amenazas que enfrenta el judaísmo mundial.
“Desde las capitales mundiales hasta los campus universitarios, el AJC trabaja con líderes de toda la sociedad para apoyar a Israel y combatir el creciente antisemitismo y utilizamos la comunicación estratégica para educar, contrarrestar la desinformación y moldear la opinión pública”, indica.
Propaganda del AIPAC:
AIPAC and our 5 million grassroots members—Democrats and Republicans from all 50 states—are proud to help expand the U.S.-Israel relationship!
— AIPAC ????????????????????️ (@AIPAC) September 7, 2025
Funded by Americans.
Directed by Americans.
Strengthening an alliance that benefits America!
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A menudo, el AJC actúa como un defensor público que utiliza la diplomacia, informes y declaraciones públicas para influir en la opinión pública. En contraste, la estrategia del AIPAC reside en su cabildeo directo y su inversión electoral para influir en los resultados políticos.
Sus reacciones a acontecimientos recientes, como el nuevo gobierno sirio en marzo de 2025 o la campaña dirigida a miembros del Congreso estadunidense en 2024, revelan diferencias tácticas. Mientras que las posturas públicas del AJC reflejan una estrategia diplomática más amplia, el AIPAC es más abiertamente político y puede generar controversia por sus prácticas electorales.
Por ejemplo, se reportó que en el pasado ciclo electoral en Estados Unidos, el AIPAC estaba gastando más de 100 millones de dólares en acciones contra miembros progresistas del Congreso críticos con Israel.
Pero los grupos tienen una superposición significativa en sus objetivos generales de apoyar una relación sólida entre Estados Unidos e Israel y promover los intereses judíos. A menudo coinciden en temas importantes y se les puede encontrar trabajando juntos en un entorno de coalición. Ambos grupos fueron parte de "El Proyecto 10/7" lanzado en diciembre de 2023.
Al mismo tiempo existen grupos como J Street, que se define como "pro-Israel y pro-paz". Aboga por un apoyo a Israel pero presiona activamente por una solución de dos Estados y se opone a políticas que considera obstaculizan la paz. A menudo tienen posturas opuestas a las de AIPAC.
“Las opiniones de la mayoría de los judíos estadunidenses estaban anteriormente subrepresentadas e ignoradas en nuestra política. Estamos cambiando eso y, en el proceso, transformando nuestra conversación nacional sobre lo que significa ser proisraelí. Defendemos y nos involucramos en todos los niveles en Washington”, mantiene.
Otros grupos como B'Tselem o Breaking the Silence son críticos con la ocupación israelí de territorios palestinos y buscan influir en la opinión pública y política estadunidense desde esa perspectiva.
Los pasos en Washington
A pesar de diferencias de enfoque y matices tácticos, el funcionamiento de los grupos de interés judíos es similar al de otros cabildeos poderosos en Washington (como los de la industria armamentística, energética o farmacéutica), pero con un enfoque temático muy específico.
En el modelo de AIPAC, miembros profesionales del lobby se reúnen constantemente con congresistas, senadores y sus equipos para presentar su postura sobre proyectos de ley, aprobación de ayuda militar o resoluciones internacionales.
Ayudan a redactar o promueven proyectos de ley específicos que alinean la política exterior de Estados Unidos con los intereses de Israel, como la financiación para el sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro. Organizan conferencias anuales masivas donde preparan a miles de estudiantes y miembros de la comunidad para ser efectivos en la defensa de sus causas. Alientan a sus simpatizantes a contactar a sus representantes en el Congreso, escribir cartas a los editores de periódicos y participar en campañas organizadas.
AIPAC, por sí mismo, no dona dinero a campañas. Sin embargo, en 2022 lanzó un Grupo de Acción Política (PAC) separado pero afiliado llamado United Democracy Project (UDP). Este PAC sí puede gastar millones de dólares para influir en elecciones primarias y generales apoyando a candidatos que comparten su postura y oponiéndose a aquellos que considera detractores.
Miembros y simpatizantes de la comunidad judía estadunidense, que son políticamente activos, donan individualmente a campañas de candidatos que apoyan una relación fuerte con Israel. Proporcionan informes, resúmenes de políticas y datos a los legisladores para fundamentar sus argumentos. Organizan viajes para congresistas y sus asesores clave a Israel. Estos viajes, financiados por el grupo, están diseñados para mostrar los desafíos de seguridad y los logros tecnológicos de Israel.
Figuras destacadas que aportan a la comunidad
Además de Soros en la esfera filantrópica, la comunidad judía en estados Unidos abarca un amplio espectro de talentos en la academia, las finanzas, la cultura y el entretenimiento. Algunos de ellos son:
- Elana Kagan – jueza de la Corte Suprema, nombrada por Barack Obama.
- Michael Bloomberg – exalcalde de Nueva York, empresario y filántropo.
- Bob Iger – CEO de Disney, figura en la industria del entretenimiento.
- Larry Page – cofundador de Google (identidad judía paterna).
- Marc Benioff – CEO de Salesforce, promotor de causas sociales.
- Howard Schultz – ex CEO de Starbucks, también activo en política.
- Judith Butler – filósofa, influyente en teoría de género y política contemporánea.
- Michael Sandel – filósofo político, autor de Justice.
- Eric Lander – genetista, uno de los líderes del Proyecto Genoma Humano.
- Sergey Brin – cofundador de Google, nacido en Rusia y criado en EU.
- Drew Weissman – premio Nobel de Medicina 2023 por la tecnología del ARN mensajero de las vacunas covid.
- Robert Lefkowitz – bioquímico, Nobel de Química, activo en investigación médica.
- Bernie Sanders – senador por Vermont, figura icónica de la izquierda estadunidense.
- Janet Yellen – ex secretaria del Tesoro, primera mujer en ese cargo y ex presidenta de la Reserva Federal.
- Anthony Blinken – ex secretario de Estado.
- Bob Dylan (Robert Zimmerman) — una leyenda viviente de la música y la cultura.
- Steven Spielberg – director y productor, aún figura central en Hollywood.
- Natalie Portman – actriz, directora y productora; activista por los derechos humanos.
- Adam Sandler – actor y productor; una de las figuras cómicas más rentables.
- Seth Rogen – actor, guionista, productor con gran influencia cultural.
- Scarlett Johansson – actriz; sus raíces judías son parte de su identidad pública.
- Jon Stewart – humorista y comentarista político, figura clave del discurso mediático.
- Jerry Seinfeld – comediante, creador de “Seinfeld.
SNGZ