El presidente regional de Valencia (este), Carlos Mazón, anunció este lunes su dimisión un año después de las inundaciones en esa región del este de España que causaron 229 muertes y las duras críticas por su gestión durante la DANA
"Ya no puedo más", afirmó el presidente valenciano, Carlos Mazón, en una declaración oficial, días después de que fuera increpado por los familiares de las víctimas durante un funeral de Estado en Valencia, en presencia de los reyes y las principales autoridades del país.
El líder valenciano continuará como diputado en el Partido Popular (PP), mismo al que pertenece Alberto Núñez Feijóo y no convocará elecciones anticipadas.
La dimisión va de la mando con la declaración ante la jueza de Catarroja de la periodista Maribel Vilaplana, que compartió mesa durante casi cuatro horas con Mazón en el restaurante El Ventorro en las primeras horas de la DANA, mientras se inundaba la provincia.
Protestas diarias en Valencia por mala respuesta ante las inundaciones
Durante un año y con gritos de "¡asesinos, asesinos!", miles de personas se manifestaron varias veces en la ciudad española de Valencia contra la gestión que hicieron los políticos de las inundaciones que el 29 de octubre de 2024 asolaron a la zona.
Los manifestantes se concentraban en la plaza del Ayuntamiento de Valencia para recorrer el kilómetro que la separa del Palacio de la Generalitat, sede del Gobierno regional valenciano, exigiendo sobre todo la dimisión de Mazón, pero sin ahorrar críticas también al Ejecutivo central del socialista Pedro Sánchez.
Durante la tragedia que azotó a Valencia, la familia real española también tuvo un acercamiento que acabó en rechazo por la población al ser recibidos con bolas de lodo por la mala gestión de la DANA.
Mazón, el único responsable del desastre de Feijóo en el PP
Desde 2024, a Mazón se le reprocha además haber estado desaparecido durante varias horas críticas el día del desastre a partir del mediodía, cuando ya empezaba a llover y el comité de emergencia le esperaba.
A la repetida demanda de explicaciones sobre su ausencia, admitió finalmente que había estado almorzando con una periodista (Maribel Vilaplana) para ofrecerle la dirección de la televisión regional.
Pese a que existe la posibilidad de avisar por el celular a toda la población de que se ponga a resguardo, no se hizo, y la máxima responsable de emergencias de la región, Salomé Pradas, admitió que ignoraba que existiese esa posibilidad, aunque luego se desdijo.
Cuando los teléfonos de los valencianos empezaron a emitir el pitido estridente de la alarma, muchos de ellos tenían ya el agua al cuello.
Las competencias en la gestión de catástrofes corresponden en España a las administraciones regionales, pero el Gobierno central puede poner medios e incluso asumir la gestión en un caso extremo.