La audiencia de la corte de apelaciones sobre el futuro del polémico decreto antimigratorio del presidente Donald Trump se celebraba este martes luego que el mandatario acusara a los medios y la justicia de subestimar una amenaza terrorista.
Tres jueces federales del Tribunal de Apelaciones Federal de San Francisco escuchaban los argumentos del Departamento de Justicia, representante del gobierno, y luego Noah Purcell, representante del estado de Washington, que consiguió en la corte suspender el decreto que prohíbe la entrada al país de migrantes y refugiados de siete países de mayoría musulmana.
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"El presidente determinó que hay un riesgo real" y "la corte del distrito invalida el juicio del presidente sobre el nivel de riesgo", dijo August Flentje, que tuvo 30 minutos para presentar sus argumentos.
Antes de la audiencia, Trump, acompañado de un grupo de comisarios de policía, insistió en que su orden era de "sentido común" y "muy importante para el país" a fin de protegerlo, según él, de ataques terroristas.
Por su parte, Noé Purcell, inició asegurando que “fue la propia orden ejecutiva la que causó un daño irreparable a nuestros estados”.
Aseguró que el veto migratorio es una orden discriminatoria dirigida a la comunidad musulmana; sin embargo, uno de los jueces lo cuestionó al puntualizar que “menos del 15 por ciento de la comunidad musulmana vive en los siete países que incluye el decreto”, por lo que ese argumento no prueba una discriminación religiosa.
Purcell instó a la corte a dar al caso el escrutinio "constitucional" que merece basado en la pretensión de discriminación religiosa, tomando en cuenta las delcaraciones hechas por el presidente Trump sobre los musulmanes y la intencionalidad detrás de la firma del veto.
Los tres jueces no deben dar un fallo este martes sino luego en la semana, aunque la presidencia minimizó el alcance de la próxima decisión de la corte.
"La cuestión esta tarde está relacionada con la suspensión temporal (del decreto), no tiene nada que ver con el fondo del asunto", dijo Sean Spicer, portavoz de la Casa Blanca, durante su encuentro cotidiano con la prensa. "Por ello estamos confiados" en la decisión del organismo judicial, señaló.
Pero el presidente republicano, que multiplicó este fin de semana los tuits incendiarios contra el juez de Seattle que suspendió la aplicación del decreto y el sistema judicial en general, ¿está listo para aceptar una nueva derrota en los tribunales?
"Por supuesto, el presidente respeta a la rama judicial pero tiene el poder de hacer lo necesario para garantizar la seguridad del país", respondió su portavoz.
Por lo pronto el decreto, que cerró las fronteras a todos los refugiados por 120 días (para los provenientes de Siria el plazo es indefinido) y por 90 días para ciudadanos de Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, queda suspendido.
En un tuit, Trump había intentado hacer responsable al juez de un eventual ataque terrorista en suelo estadounidense. "Si algo sucede, háganlo responsable, así como a todo el sistema judicial", escribió, lo que generó fuertes condenas en todo el país.
Ante la colosal oposición judicial a una de sus más emblemáticas promesas de campaña --desafiada en una demanda respaldada por unos 130 gigantes tecnológicos, grupos de derechos humanos y las fiscalías de 16 estados-- el presidente arremetió contra los medios.