La detención hoy del legislador Delcídio Amaral, jefe del oficialismo en el Senado de Brasil y arrestado por orden de la Corte Suprema, ha enredado aún más la crisis política que vive ese país y ha encendido las alarmas en el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
Amaral, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), fue detenido a primera hora por la Policía Federal debido a que, según el Tribunal Supremo, intentó sobornar a uno de los detenidos por las corruptelas en Petrobras para que no aceptara un acuerdo de cooperación judicial a cambio de una reducción de pena.
"Está preso en una delegación de la policía federal. El pedido de prisión preventiva fue porque estaba obstaculizando las investigaciones y no hay otra forma de evitar que haga eso (...) Está en una celda especial porque tiene fueros privilegiados", dijo a la AFP una asesora de comunicación de la fiscalía de la república sobre la detención de Amaral.
El magistrado Teori Zavascki, miembro de la Corte Suprema, dijo que la Fiscalía comprobó que Amaral ofreció a Nestor Cerveró, ex jefe del área internacional de Petrobras que está en la cárcel por el escándalo, la posibilidad de fugarse a España -vía Paraguay- y recibir una mensualidad de 50 mil reales (unos 13,500 dólares) para su familia si no firmaba un acuerdo de colaboración con la justicia.
Las maniobras del senador representan "una grave amenaza al orden público mediante esfuerzos desmedidos para garantizar su propia impunidad", dijo el juez Zavascki, que autorizó las detenciones.
La oferta quedó registrada en documentos y grabaciones hechas por la Fiscalía con autorización judicial que "no dejan lugar a dudas" y suponen "el comportamiento digno de un miembro de la mafia", declaró el juez al justificar la detención.
Reducción en la condena
Cerveró negociaba con las autoridades contar lo que sabía a cambio de una reducción en su condena de cinco años por lavado de dinero y ya había mencionado la participación de Amaral y Esteves en la adquisición irregular de una refinería en Pasadena, Estados Unidos, por parte de Petrobras.
La oferta del senador llegó a través de una conversación con un hijo de Cerveró llamado Bernardo, quien decidió grabarla y entregarla a las autoridades. Tras recibir el audio, la fiscalía solicitó el arresto. En la operación realizada hoy también fueron detenidos el jefe de gabinete del senador, Diogo Ferreira, y el banquero André Esteves, consejero delegado del banco de inversión BTG Pactual.
Hace tres años Esteves entró en la lista de las veinte personas más acaudaladas de Brasil, con una fortuna calculada en unos tres mil millones de dólares, amasada también con negocios petroleros.
La Fiscalía solicitó su arresto porque supuestamente apoyó con dinero a Amaral en su intento de soborno a Cerveró, un hombre que fue clave en un polémico negocio que llevó a Petrobras a comprar una refinería en Estados Unidos en 2006. Petrobras pagó en su momento unos 1,180 millones de dólares por esas instalaciones a la compañía belga Astra Oil, que un año antes las había comprado por 42.5 millones de dólares.
Cuando hace cuatro años se denunciaron supuestas irregularidades en ese caso, que está en la mira de los jueces que investigan las corruptelas en Petrobras, Rousseff ya gobernaba el país, pero en la época de la operación presidía el consejo directivo de Petrobras.
La oposición llegó a acusarla de haber avalado desde ese cargo un negocio "fraudulento", frente a lo cual la mandataria afirmó en una nota oficial que el consejo de Petrobras había recibido "información incompleta" y "equivocada" de la dirección que entonces ocupaba Néstor Cerveró.
Este mismo año, un empresario arrestado por las corruptelas en Petrobras denunció que Amaral recibió sobornos de entre 250 mil y 400 mil dólares por el contrato de compra de esa refinería, que hoy ha vuelto a la primera plana de un escándalo que se acerca otra vez a Rousseff.
Silencio de Rousseff
La mandataria guardó silencio hoy sobre la detención de Amaral y, aunque tenía previsto recibir en audiencia pública a unas jugadoras de la selección de balonmano, finalmente el acto fue privado y no se permitió el acceso a los periodistas.
El PT, partido al que pertenece Rousseff y el más salpicado por el escándalo de Petrobras, al punto de que su ex tesorero Joao Vaccari ha sido condenado a 16 años de cárcel por este asunto, solo se manifestó sobre el caso de Amaral mediante una breve nota, en la que se desmarcó del intento de soborno.
"Ninguna tratativa hecha por el senador tiene relación con su actividad partidaria", por lo cual "el PT no se siente obligado a ningún gesto de solidaridad", dice el comunicado.
En el Parlamento, la única voz que se alzó en el PT fue la del jefe del grupo de ese partido en el Senado, Humberto Costa, quien dijo que "ese hecho, por más grave que sea, no debe contaminar la actividad legislativa, pues el Parlamento tiene temas de muchísima importancia, de interés del país, y debe continuar trabajando".
Sin embargo, el Parlamento brasileño casi que se paralizó hoy, al punto de que varias comisiones suspendieron las reuniones que tenían previstas y también fueron canceladas las sesiones ordinarias de los plenos del Senado y la Cámara de Diputados.
El Senado recibió hoy la documentación judicial que justificó la detención de Amaral, pues según las leyes brasileñas, en el caso de legisladores en actividad, un arresto debe ser refrendado por la Cámara correspondiente.
El presidente del Senado, Renán Calheiros, convocó entonces para esta noche a una sesión extraordinaria del pleno de esa Cámara, en la que los senadores presentes respaldaron por 59 votos contra 13 la decisión que llevó a prisión a Amaral. De ese modo, permanecerá detenido en forma cautelar, lo cual la Corte Suprema consideró necesario debido a su "clara intención de obstruir la acción de la justicia".
La Constitución brasileña estipula que si un congresista con fueros es arrestado -en esta ocasión se trata del primero en caer por la red de sobornos que drenó más de dos mil millones de dólares de Petrobras y tiene a decenas de políticos bajo investigación- la cámara a la que pertenezca debe votar para mantener o revocar la detención.
Amaral es, sin embargo, una de las figuras del PT en el Congreso, talón de Aquiles de Rousseff desde que asumió su segundo mandato. La presidenta no logró galvanizar su apoyo parlamentario y enfrenta dificultades para aprobar un ajuste fiscal considerado central para encarrilar una economía deficitaria y en recesión.
"El país está cambiando", dijo Claudio Goncalves Couto, analista de la Fundación Getulio Vargas. "Una situación como ésta muestra que no importa si eres senador o un gran banquero, igualmente puedes ir a prisión". Los mercados, de su lado, reaccionaron en baja: la bolsa de Sao Paulo retrocedió 2.94% y el real 1.2%.
La detención de Esteves, señalado en los textos de la corte como quien financiaría la supuesta huida de Cerveró, "preocupa porque es una figura muy respetada dentro del mercado financiero", dijo Angelo Larozi, analista de Walpires Corretora en Sao Paulo.
Con 47 años y una fortuna de 2,100 millones de dólares según Forbes, Esteves controla el mayor banco de inversión de América Latina con oficinas en cuatro continentes. Los títulos de la firma se desplomaron 21% en el mercado local. El "Petrolao" es considerado el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil y ha regado de sospechas a la élite local.
Hace apenas 24 horas fue arrestado José Carlos Bumlai, empresario cercano a Lula, y presidentes de grandes empresas, como Marcelo Odebrecht, que dirigía la constructora que lleva su apellido, permanecen detenidos desde hace meses en el estado sureño de Paraná, donde se tramita la investigación de la esfera privada del escándalo.
El ex presidente Fernando Collor y el actual jefe de la cámara de Diputados, Eduardo Cunha, también fueron denunciados formalmente por el fraude. Según la investigación, las mayores constructoras formaron un cártel para manipular licitaciones de Petrobras mediante el pago de sobornos a directivos de la estatal vinculados a partidos políticos, que luego eran distribuidos entre los confabuladores.