México y Estados Unidos comparten 3 mil kilómetros de frontera, pero no toda ella es terrestre, pues las afluentes de dos grandes Ríos: el Bravo y el Colorado sirven de barrera entre ambos países y, desde hace 84 años, ambos países acordaron una distribución del agua para su aprovechamiento.
Cada cinco años, el país mexicano y el estadunidense deben compartir la utilización del agua del Río Bravo desde Texas hasta el Golfo de México.
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La distribución corresponde a México dos terceras partes de los afluentes de los Ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido y Salado, así como del Arroyo de las vacas, que suman 4 mil 317 millones de metros cúbicos y a Estados Unidos la tercera parte de esos mismos Ríos en la cuenca del Bravo o Grande, que asciende a 2 mil 158 millones de metros cúbicos.
Sin embargo, las condiciones de sequía en el norte del país no permitieron que México entregara su contribución obligatoria, a pesar de las presiones de ese país para otorgar la mayor cantidad posible. Pero ¿qué pasa si México incumple con la cuota de agua a la que se comprometió?
México adeuda a Estados Unidos mil 067 millones de metros cúbicos de agua, el 49 por ciento del agua que debió entregar al finalizar octubre como parte del Tratado de Aguas de 1944, que establece que se puede saldar en los próximo cinco años.
Esto pese a las continúas exigencias del presidente Donald Trump de entregar a Texas la poca agua disponible en la cuenca del Río Bravo, señaló Adriana Reséndez Maldonado, comisionada de la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) entre México y Estados Unidos.
Pero no solo México debe entregar agua de la cuenca del Río Bravo que comparte con Estados Unidos, por la Costa Oeste de ese país, en California, también se encuentra el Río Colorado, del que ese país debe entregar a México anualmente mil 850 millones de metros cúbicos de agua para el aprovechamiento de Baja California.
Entrevistada durante la XXXVII Convención Anual y Expo de la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México (ANEAS), que se lleva a cabo en León, Guanajuato, la comisionada de la CILA explicó a MILENIO, que el ciclo quinquenal anterior inició el 25 de octubre del año 2020 y finalizó el 24 de octubre de 2025, por lo que a partir del 25 de octubre de 2025 se inició un nuevo ciclo, con un adeudo del 49 por ciento de la cuota anterior.
“Cerramos con una entrega de mil 091 millones de metros cúbicos de 2 mil 158, lo que nos da un un faltante de mil 067 millones de metros cúbicos. El tratado internacional establece que si un ciclo de cinco años termina con un faltante, tenemos un ciclo siguiente para cubrir el faltante y el volumen de ese ciclo. Entonces, tenemos cinco años para hacer esta entrega de agua”, afirmó.
En días pasados, el gobierno de Donald Trump, reconoció que México suministró más agua el año pasado que en los cuatro años anteriores, no obstante, exigió pagar la totalidad de la cuota, pese a los problemas de sequía que enfrenta la cuenca, en ambos lados de la frontera.
“Sin embargo, la escasez de agua en México ha exacerbado la escasez en Texas y ha contribuido a pérdidas de cientos de millones de dólares en cultivos para los agricultores. El presidente Trump y el secretario Rubio han sido claros en que México debe cumplir con sus obligaciones bajo el Tratado de Aguas de 1944, incluyendo compensar el déficit de aproximadamente 865 mil acres-pies durante el ciclo quinquenal 2020-2025 y cumplir con los requisitos de suministro bajo el ciclo 2025-2030”, señaló el Departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado.
Adriana Reséndez informó que en días previos, los funcionarios de la CILA México se reunieron con altos funcionarios del Departamento de Estado de EU, del Departamento de Agricultura y de la CILA sección Estados Unidos para discutir las medidas inmediatas y concretas que México tomaría para reducir la escasez de agua y garantizar el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944.
Para tal fin, examinaron los recursos hídricos disponibles, y Estados Unidos presionó para que se entregaran los máximos suministros posibles a los usuarios de Texas.
La funcionaria resaltó que se están evaluando las condiciones de la cuenca del Río Bravo:
“(Estamos) evaluando cómo se van a presentar las precipitaciones, evaluando qué acciones se tienen que hacer para para cumplir con los acuerdos binacionales, pero siempre privilegiando, como nos ha instruido la presidenta Claudia Sheinbaum, garantizando los usos municipales de los usuarios”, indicó.
Recordó que la cuenca del Río Bravo se encuentra en sequía desde hace más de una década, no obstante, consideró que ante las nuevas condiciones climáticas exacerbadas por el cambio climático, no se prevé actualizar el tratado que data de 1944, ya que contiene las herramientas necesarias para adaptarse.
“Hubo lluvias ciertamente en el país, pero en la cuenca del Río Bravo estamos experimentando una sequía con bajas precipitaciones. Lo experimentamos este año y el año pasado también. Unos registros muy bajos lo que nos ha llevado a determinar que estamos en un periodo de escasez por lo que no se pudo cumplir con esta entrega y tendremos que ver qué oportunidades y qué acciones se hacen en este ciclo. El tratado es un instrumento que dejó en su estructura cómo poder atender todas las acciones que se vayan presentando a futuro”, apuntó.
MD
