Los casi 50 países que participaron en la Cubre Anticorrupción, en Londres, se comprometieron a crear asociaciones, gobiernos y organismos reguladores para "detectar" y "prevenir" el flujo de fondos ilícitos en el sector financiero.
El primer ministro británico, David Cameron, convocó esta cita internacional después de la polémica generada en todo el mundo por los llamados Panama Papers (Documentos de Panamá), que revelaron las abultadas inversiones que hicieron ricos y famosos en paraísos fiscales.
Como anfitrión de la cita, celebrada en el palacete de Lancaster House, el jefe del gobierno conservador destacó que ha sido la "mayor demostración de voluntad política" para erradicar la corrupción en todas sus formas. En concreto, Cameron anunció un plan para obligar a las empresas extranjeras que tengan propiedades en Reino Unido a que declaren sus activos a fin de combatir el lavado de dinero.
"Hoy el mundo se ha unido en una coalición para exponer, penar y eliminar la corrupción", dijo Cameron ante representantes de los países y doce jefes de Estado y de gobierno, entre ellos el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
Los asistentes trataron en una serie de rondas de debates los desafíos que presenta la corrupción y se comprometieron a buscar mecanismos que ayuden a combatirla, al considerar que es el "centro" de muchos de los problemas que afronta hoy día la comunidad internacional.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo que la corrupción es una amenaza "mayor" que el extremismo.
"Estamos librando una batalla, todos nosotros. La corrupción perceptible es un enemigo porque destruye Estados, como algunos de los extremistas contra los que luchamos o los desafíos a los que nos enfrentamos", dijo Kerry.
Gran Bretaña y EU tienen en sus colonias o ciudades los principales paraísos fiscales del mundo.
Al inaugurar la reunión, el gobierno británico informó que exigirá a las empresas extranjeras dueñas de propiedades en elpaís que declaren sus activos, para combatir el lavado vía el mercado inmobiliario.
Se estima que firmas extranjeras tienen unas 100 mil propiedades en Inglaterra y Gales, de las que más de 44 mil están en Londres.
En la declaración final, los asistentes recalcaron que la corrupción da paso a problemas políticos y económicos que, en última instancia, pueden fomentar la violencia del extremismo.