Tigres viene de atrás y rescata el empate ante América en la final de ida de la Liga MX Femenil

América y Tigres ofrecieron un juego de ida de la final de la Liga MX Femenil lleno de emoción y goles. Con las Águilas dominando a placer en el primer tiempo, pero claudicando en el segundo. Con las Amazonas casi al borde del colapso, pero regresando a punta de jerarquía. Un 3-3 que augura un juego de vuelta lleno de intensidad en el que ambos tendrán que dejar todo por alcanzar la gloria.

No es casualidad que estos dos equipos estén en la final, son dos clubes de los más poderosos que demostraron su jerarquía en el campo.

América salió con el cuchillo entre los dientes, el equipo de Villacampa quería vértigo, el timonel leyó el partido de forma táctica, mandó a Scarlett Camberos y Sarah Luebbert por las bandas, la inclusión de la estadunidense fue el factor que rompió a las Amazonas, porque ella sola desquició a las regiomontanas que no pudieron contener el huracán azulcrema.

Luebbert rompe el juego

Las Águilas mordieron en la presión, máxima intensidad en cada pelota, obligaban a las felinas a dividir. Iba con vehemencia el cuadro amarillo hasta que Greta Espinoza cayó en la trampa, la capitana de las regias perdió el balón en la salida, se barrió sobre Luebbert, tocó el balón con la mano y también golpeó a la americanista, el VAR llamó a la árbitra, Erika González y ésta marcó el penal. Irene Guerrero convirtió desde el manchón al 16’.

Las Amazonas estaban en shock, no tomaban la pelota ni Jenni Hermoso ni Ordóñez. Tigres era yunque y América martillo, el descontrol era total en la zaga felina y Farmer cometió otro penal sobre Luebbert, ahora fue Camberos la que venció a Ceci Santiago. En 20 minutos las azulcrema tenían sometidas a las regiomontanas.

Pedro Martínez no corregía en la banca, su equipo era rebasado, superado en todas las facetas del juego, de nada servía que Hermoso bajara a la base para organizar el juego, porque ni su talento pudo cambiar la dinámica del partido.

Olía la sangre el cuadro de Coapa, mientras, Tigres pedía una tregua que las Águilas no le concedían, el equipo de Villacampa era vértigo en estado puro, Guerrero y Palacios se perdieron el tercero, pero apareció Luebbert y encontró el premio a su gran noche, tras una conducción en la que todas las felinas corrieron hacia atrás, Luebbert vio el claro y sacó un derechazo que se coló casi por la escuadra. Al 44’ América tenía al punto del nocaut a las Amazonas.

Tigres resucita

América entendió el guión del segundo tiempo: era matar al espacio, porque Tigres tenía que ir a buscar algo, por obligación y por convicción. Casi llegó el cuarto en un centro de Scarlett al que Sarah llegó muy forzada y luego ella misma acarició su doblete con un tiro cruzado que mordió el palo.

Mientras, Pedro Martínez recurrió a Stephany Mayor para tratar de rescatar un barco a punto del naufragio, y cuando América falló en defensa, Paños se agrandó para evitar el descuento de Ordóñez, pero la Generala cumplió con el cometido al 62’ con un remate con la zurda.

El juego entró en un escenario de nervio y ansia, un gol de uno u otro bando podía marcar mucho. América no se podía confiar y Tigres tomó confianza para aspirar a más. Y las Amazonas sacaron su dinamita, Kgatlana entró de cambio y le dio un rostro más agresivo a su equipo y lo revivió cuando logró el 3-2 al 74’.

Golpe seco para las Águilas y un gran alivio para las regias, pero ahí no paró, porque la reacción de las felinas fue digna de su jerarquía, porque Jheniffer da Silva logró lo impensado, el empate a tres goles con un cabezazo al 84’.

Se acabó el primer capítulo de la Final, el domingo se augura un cierre trepidante del torneo.

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