Los reflectores muchas veces son injustos. El crédito depende, básicamente, del escenario en el que el protagonista se encuentre. El ejemplo difícil de entender al respecto es el de Roberto Hernández, al menos en el futbol mexicano. El entrenador de Morelia tomó las riendas de los purépechas hace prácticamente dos años, justo cuando el equipo vivía sus peores horas, al borde del descenso y con una lista de estrategas que habían desechado la posibilidad de asumir el riesgo que representaba Monarcas.
Eran mediados de febrero del 2017, cuando Hernández fue designado entrenador del primer equipo. Hasta entonces director deportivo de Morelia, Roberto asumió sin problemas la encomienda. El incipiente y nuevo timonel tenía 12 encuentros por delante, para conocer su desenlace y así, salvarse del descenso. De los 36 puntos en disputa, el técnico consiguió 19, colocando a su escuadrón no solo lejano a la quema, también en Liguilla. Una historia que ya comenzaba a sorprender.
Morelia calificó a la fase final con 24 unidades, el arribo de Hernández Ayala representó un revulsivo, pero también estabilidad. Roberto le encontró el equilibrio a una escuadra conflictiva en la zona defensiva y que con mucho trabajo, comenzó a generar una identidad en ataque, con Raúl Ruidíaz como el principal eslabón. El peruano encontró en su entrenador el cobijo y respaldo que le hacía falta. En cuartos de final, la suerte no acompañó al equipo y quedó eliminado a manos de Tijuana (con un marcador global de 2-1).
La directiva respaldó su proceso y le dio continuidad a Hernández. El Apertura 2017 representó, hasta ahora, su mejor cosecha con 29 unidades. La mayor fortaleza de Morelia fue precisamente su equilibrio, como la personalidad del estratega: mesurado ante la prensa e intenso del vestidor hacia adentro. Roberto fincó su poderío ofensivo en Ruidíaz y el ariete peruano le respondió con racimos de anotaciones. Dicho semestre, los purépechas acariciaron un sueño imposible, arribando a las semifinales, donde cayeron ante Monterrey.
Lo de Roberto Hernández ya llamaba poderosamente la atención. "No fue fácil poner en sintonía a los muchachos, que todos nos acopláramos a una misma idea de juego", revela. Las satisfacciones se volvieron parte del día a día del aficionado de Morelia, algo inusual para estos fanáticos. De nuevo, con 24 unidades, el timonel los metió a la fase final del Clausura 2018. Su efectividad es superlativa. Entonces, Toluca se convirtió en el sinodal que no les permitió avanzar. “Todo este proceso ha sido de muchas enseñanzas”, señaló el DT.
Un cierre perfecto
A pesar de que este torneo comenzó de manera compleja para el Morelia de Hernández, una vez más, el timonel recuperó terreno, ganó puntos, acumuló unidades y tiene al equipo muy cerca de la Liguilla. Sí, de nuevo. Con 25 efectivos, el cuadro monarca aún no tiene asegurada su presencia en la fase final, la especialidad de Roberto. Todo se definirá en los últimos 90 minutos del certamen, ante Cruz Azul y en la cancha del estadio purépecha. Los de casa tendrán todo a favor y hasta el empate, en combinación de resultados, les darían el pase.
“A este equipo lo distingue la humildad, las ganas por sobreponerse; no sé qué vaya a pasar dentro de un par de semanas, cuando nos visite Cruz Azul, pero vamos a intentar sacar los tres puntos, ganar y estar de nuevo en la Liguilla”, comentó Hernández. Su capacidad ya está por encima de lo que se le pueda valorar.
ESTADÍSTICA INMEJORABLE
La continuidad en las Liguillas del futbol mexicano no es sencilla. Mantenerse a tope de rendimiento y clasificando cada semestre a la fase final es una verdadera prueba para cualquiera de los 18 equipos de la Liga MX. Al menos en los últimos dos años, en caso que se concrete este Apertura 2018, Morelia habrá logrado lo que ni los cuatro clubes más populares del país, ni el más ganador en los últimos años, Tigres. Los números no hacen más que demostrar la capacidad de Roberto Hernández al frente del club.
Tan solo en comparación con el Cruz Azul, el vigente líder del campeonato, Morelia acumula tres clasificaciones durante todo el 2017 y la primera mitad del 2018; La Máquina, por su cuenta, solo pasó a la Liguilla del Apertura 2017, con Paco Jémez como responsable técnico. Y aunque vuelve a estar cerca, las cifras purépechas deslumbran a todos.