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  • Diego Maradona: la gloria en México 86 y la playera de Tepito que inmortalizó con Argentina

La playera de Argentina de Tepito que usó Diego Armando Maradona (AFP)

El “Pelusa” cumpliría hoy 65 años y su recuerdo sigue intacto, particularmente por las hazañas que marcó en el segundo Mundial en tierra azteca donde se enfundó en una camiseta hecha en el barrio bravo.

Este jueves, Diego Armando Maradona habría celebrado 65 años. Nacido en Villa Fiorito, Argentina, en 1960, el Pelusa trascendió en el futbol para convertirse en mito popular, héroe de los humildes y símbolo de una época en la que el balón era libertad, pero su momento más glorioso ocurrió en México, tierra que lo vio tocar el cielo en la Copa del Mundo de 1986.

Maradona lo hizo vestido con una camiseta que, paradójicamente, salió de los talleres de Tepito, el corazón del barrio bravo de la Ciudad de México.

Aquella prenda, confeccionada de emergencia y adaptada con ingenio callejero, sería testigo del Gol del Siglo y de la polémica Mano de Dios. Décadas después, esa camiseta azul celeste se subastaría por más de 9 millones de dólares, convirtiéndose en una reliquia que une la devoción por Maradona con la artesanía popular mexicana.

La "Mano de Dios" de Diego Armando Maradona en México 1986
La "Mano de Dios" de Diego Armando Maradona en México 1986 (Reuters)

Un genio que nació entre carencias

Diego Armando Maradona nació el 30 de octubre de 1960 en Villa Fiorito, una de las zonas más humildes del Gran Buenos Aires. Hijo de un obrero y de una ama de casa, su infancia estuvo marcada por la pobreza, pero también por un talento desbordante. Desde los 10 años ya deslumbraba con la pelota en los “Cebollitas” de Argentinos Juniors.

Con apenas 16 años debutó en Primera División y pronto se convirtió en la gran esperanza del futbol argentino. Tras su paso por Boca Juniors y Barcelona, Maradona llegaría al Napoli, donde alcanzaría una dimensión legendaria, pero su punto más alto no fue en Europa, sino en el Mundial de México 1986, torneo que definiría su destino y su legado eterno.

México 86: cuando el futbol se volvió poesía

El Mundial de 1986 fue la consagración de Maradona. Dirigido por Carlos Bilardo, el 10 lideró una selección que combinaba talento, disciplina y coraje, pero el partido que marcó su carrera fue el Argentina vs. Inglaterra, jugado el 22 de junio en el Estadio Azteca.

Aquel duelo, más que un juego, fue una revancha simbólica tras la Guerra de las Malvinas (1982). Maradona anotó dos goles opuestos pero complementarios: el primero, con la mano, que él mismo definió como la Mano de Dios; el segundo, el Gol del Siglo, una obra maestra en la que recorrió 60 metros, dribló a cinco ingleses y al portero antes de definir con la zurda.

Maradona en Mundial de México 1986
Maradona en Mundial de México 1986 (AFP)

Argentina ganó 2-1 y el Azteca se convirtió en escenario eterno. “Fue más que un gol. Fue un grito de un país entero”, diría después Maradona. Ese día no sólo venció Inglaterra; también se consagró como leyenda universal.

De Tepito, al cielo por más de 9 millones de dólares

Pocos saben que la camiseta que Maradona usó en ese partido histórico no era parte del uniforme original de Argentina. La selección jugaba habitualmente con su tradicional casaca albiceleste, pero ante el uniforme blanco de Inglaterra, el cuerpo técnico argentino decidió buscar una alternativa, pues en el juego contra Uruguay, intercambiaron las camisetas y los argentinos se quedaron sin cambios, pues solo tenían un juego de playeras.

Según relató el propio utilero de la selección, Rubén Moschella, la noche anterior al partido salieron a buscar uniformes de color azul. No había tiempo para fabricar uno nuevo en Argentina, así que recurrieron a una tienda deportiva en la Ciudad de México, ubicada en el barrio de Tepito. Allí encontraron un lote de camisetas azules y “piratas” que no formaban parte del diseño oficial, pero que fueron adaptadas de emergencia.

Las trabajadoras del Club América, lugar que fue base de Argentina para el Mundial, con aguja, hilo y plancha, agregaron los escudos y dorsales a mano. Incluso, los números estampados eran de futbol americano, más grandes y robustos en color plateado, pero la improvisación para resolver fue clave.

Un video que grabó Jorge Burruchaga en la tarde-noche dentro del Club América, demuestra lo sucedido y se le escucha decir: “si salimos campeones del mundo será un milagro” y así fue, Argentina ganó la Copa del Mundo en México y esa improvisación dio origen a una de las camisetas más icónicas en la historia del futbol mundial.

Años más tarde Óscar Ruggeri reveló que efectivamente, las playeras fueron comparadas en Tepito a recomendación de Héctor Miguel Zelada, quien en ese entonces era seleccionado albiceleste y jugaba para las Águilas; al final, a Maradona le gustó la playera y fue la aprobación absoluta para dar paso a lo ya escrito en la historia.

Décadas más tarde, en mayo de 2022, la casa de subastas Sotheby’s vendió esa misma prenda, que Maradona intercambió con el inglés Steve Hodge tras el partido, por 9.28 millones de dólares, convirtiéndose en una de las camisetas deportiva más caras jamás vendidas en la historia. Un objeto nacido de Tepito que viajó del barrio al museo, del sudor a la eternidad.

Playera de Maradona subastada en más de 9 millones de dólares
Playera de Maradona subastada en más de 9 millones de dólares (AP)

Un legado que sigue latiendo

Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, dejando una huella imposible de borrar. Jugó 91 partidos y anotó 34 goles con la selección argentina, ganó el Mundial, dos títulos con el Napoli y el cariño eterno del pueblo. Pero su legado va más allá de los números: fue un símbolo de los que vienen de abajo, un reflejo de las contradicciones humanas y una figura que unió al fútbol con la identidad cultural.

En México, su recuerdo se mantiene vivo. Los murales en Tepito lo retratan como “uno más del barrio”, y el Azteca aún resuena con su nombre. Cada 30 de octubre, miles de aficionados en Argentina y en el mundo celebran su nacimiento como si aún siguiera gambeteando defensas.

La camiseta de Tepito, aquella que rozó el cielo del 86, sigue siendo el puente perfecto entre el mito y el pueblo. Entre el genio de Villa Fiorito y la creatividad mexicana. Entre el barro y la gloria.

Diego Armando Maradona sigue siendo inagotable. Fue un futbolista que trascendió el deporte para convertirse en cultura popular, en religión laica, en relato colectivo.

Y en ese relato, México ocupa un lugar privilegiado. Porque fue aquí donde Maradona se transformó en leyenda, donde jugó el partido que lo inmortalizó y donde vistió una camiseta nacida del barrio, como él.

La playera de Diego Armando Maradona del mundial México 86 ha regresado a Argentina (AFP)
Maradona con la selección de Argentina en el Mundial de 1986 (AFP)

La playera de Tepito, esa que olía a calle, a improvisación y a fe, acompañó al “10” en la tarde más gloriosa del futbol. Y hoy, cada vez que el mundo recuerda el Gol del Siglo, recuerda también que la grandeza, a veces, se teje con las manos del pueblo.


ZZM


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