Hoy, 20 de abril de 2020, la reina Isabel II, monarca del Reino Unido cumple 94 años en medio del aislamiento por la pandemia de coronavirus que azota al mundo y a su pueblo y, sin embargo, esta no es la tragedia más grande con la que en sus nueve décadas de vida y más de seis de de reinado, Isabel haya tenido que lidiar. Es así que, en honor al cumpleaños de la monarca más longeva, te contamos aquí cuáles son esos problemas y escándalos a los que en su larga estadía en el poder británico, ella se ha tenido que enfrentar.
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Abdicación de Eduardo, príncipe de Gales
Es este quizá el primer escándalo al que Isabel II quien nació el 21 de abril de 1926 haya tenido que enfrentarse, pues la colocaba a ella en la primera linea de habladurías y conjeturas, a pesar de su corta edad. Hija de los duques de York, Elizabeth no nació siendo la primera heredera al trono, sino que ocupaba el tercer puesto en la línea de sucesión. Aunque no fuera uno tan alejado, nadie se esperaba que ella se convirtiera en monarca de Reino Unido, pues el heredero al trono, Eduardo, era un hombre joven y pronto tendría hijos.
Pero todo dio un giro inesperado cuando Eduardo, quien se coronara como rey al morir su padre, Jorge V, abuelo de Isabel, se enamoró de un miembro de la socialité estadunidense, Wallis Simpson quien había estado casada ya dos veces. Al comunicar el rey su deseo de contraer nupcias con ella, el primer ministro de aquel entonces, Stanley Baldwin, se negó roundamente pues el matrimonio después del divorcio era inmoral y el pueblo no aceptaría como reina consorte a su pretendiente.
Fue así que Eduardo VIII, aferrado a la idea del matrimonio con Simpson, decidió abdicar para no crear una crisis y poder casarse con el amor de su vida, dejando el poder a su hermano, Jorge VI y padre de Isabel, lo que la colocaba a ella en la heredera legítima al trono, luego de la muerte de su padre.
Muerte de su padre
Esta es la primer crisis a la que tuvo que enfrentarse como la nueva reina de Inglaterra, antes de su coronación. Su padre, Jorge VI murió el 6 de febrero de 1952 mientras ella se encontraba en el extranjero, en Kenia con su esposo el príncipe Felipe, en una gira de trabajo, por lo que, tras el anuncio, la nueva monarca tuvo que regresar de emergencia a Londres para velar a su padre y, sobre todo, para asumir a la edad de 25 años el trono británico.
La tragedia de Aberfán
El 21 de octubre de 1966, una avalancha de lodo procedente del escombro de una mina de carbón cayó sobre el pueblo de Aberfan, en Gales. El barro inundó el pueblo y mató a 144 personas, la mayoría niños que se encontraban en la escuela.
Este, es considerado uno de los peores desastres mineros de Reino Unido que tuvo una repercusión directa en el palacio de Buckingham, por la manera errónea de Isabel, tal como ella misma lo ha aceptado, de reaccionar ante la tragedia, lo que terminó por afectar su imagen pública, puesto que, en un primer instante, la reina rechazó visitar el lugar de la tragedia, a pesar de la magnitud del desastre y, en su lugar, decidió enviar al día siguiente a su marido, el duque de Edimburgo y a Lord Mountbatten, decisión por la que fue muy criticada.
Sin embargo y debido a la presión mediática, después de ocho días de la tragedia, la reina visitó el pueblo para inspeccionar los daños y consolar a los habitantes. 40 años después de la tragedia, Isabel II se arrepintió, según reveló el corresponsal de la realeza Gyles Brandreth en un libro, uno de sus allegados le comentó que la manera en la que había manejado la situación era una de las pocas cosas de las que la reina se arrepentía.
Divoricio de Carlos y Muerte de Lady Di
Junto a Felipe, la reina Isabel tuvo 4 hijos: Carlos, el heredero al trono, Andrés, Ana y Eduardo. Al menos, los primeros dos, no le han dado una vida tranquila, empezando por el príncipe de Gales, en cuya vida ha habido una serie de grandes escándalos que marcaron en reinado de la reina Isabel. De hecho es este quizá la mayor crisis con la que la reina ha tenido que lidiar.
Carlos y Diana Spencer estuvieron casados desde el 29 de julio de 1981, hasta el 28 de agosto de 1996, cuando se anuló oficialmente su matrimonio. Tuvieron dos hijos, los príncipes William y Harry.
A pesar de que no se separaron hasta el 96, su matrimonio ya se había terminado,y en 1994, en un documental de la BBC, el príncipe confesó haberle sido infiel a la princesa, y, aunque él nunca especificó con quien, las teorías apuntan a Camilla Rosemary Shand, su actual esposa y ahora condesa de Cornualles.
Fue Diana quien buscó el divorcio, cosa nada sencilla por lo protocolos reales y la negación de la reina a terminar su matrimonio. Sin embargo, lo logró y comenzó de nuevo lejos de un hombre infiel y una vida llena de prohibiciones y escándalos. Sin embargo, el 31 de agosto de 1997, un año después de haberse divorciado oficialmente, Diana murió en un accidente de tránsito, cuando su vehículo, en el que viajaba con su nuevo novio, era perseguido por paparazzis en Francia.
A Diana se le rindieron honores y fue enterrada como un miembro de la realeza británica, a pesar de ya no pertenecer a ésta. Sin embargo, Isabel II fue duramente criticada por negarse a esto en un principio y luego guardar silencio ante la muerte de la Princesa del Puebl, hasta el tercer día después de su muerte.
Después de la muerte de Diana, surgieron teorías de conspiración encabezadas también por la prensa sensacionalista, que involucraban a Isabel orquestando el accidente en el que Lady Di pereció. Sin embargo, estas hipótesis no tienen ningún sustento. Incluso, se responsabiliza al chofer del vehículo por haber consumido alcohol.
El disfraz Nazi de Harry
Su nieto, sext en la línea de sucesión al trono británico ha sido ta,bién un dolor de cabeza para la monarca, pues, su rebeldía floreció quizá fruto de la pérdida prematura de su madre. Uno de sus más grandes escándalos lo protagonizó en 2005 cuando en una fiesta de Halloween, decidió disfrazarse con el uniforme nazi, apareciendo así en la portada del diario británico The Sun, que causó indignación.
Sin embargo, la reina no dio la cara por su nieto, y fue él quien por medio de un comunicado se disculpó públicamente.
El escándalo de Andrés
Uno de los más recientes escándalos que ha azotado a la realeza británica fue el protagonizado por el segundo hijo de Isabel, Andrés, quien fue acusado por una de las presuntas víctimas sexuales de Jeffrey Epstein quien acusó al príncipe de haber abusado de ella cuando tenía 17 años.
El príncipe Andrés, quien no se ha pronunciado sobre esa entrevista, ha negado previamente en comunicados emitidos desde el palacio de Buckingham haber incurrido en cualquier tipo de comportamiento inadecuado o haber tenido constancia de las actividades de Epstein.
El 20 de noviembre de 2019, el príncipe anunció su retiro de la vida pública a raíz del escándalo de su amistad con Epstein.
El "Megxit"
El dolor de cabeza más reciente de la reyna, se llama Harry y Meghan, quienes a principios de este año anunciaron su renuncia a la primera línea de la realeza británica y con ello, a sus obligaciones reales, para iniciar una vida independiente.
Después de una primera negativa, la reina pasó largas semanas en reuniones privadas con sus nietos, William y Harry y su hijo, el príncipe Carlos, para llegar a un acuerdo sobre la salida de los duques de Sussex. Meghan y Harry llegaron a un acuerdo, comprometiéndose a seguir con sus labores reales hasta el 31 de marzo de este año y a renunciar a la manutención real, a la que los miembros de la realeza tienen derecho para cumplir con sus compromisos.
¿Cómo ha enfrentado la familia real al coronavirus?
Tanto la reina Isabel como su esposo, el príncipe Felipe, se encuentran aislados en el Palacio de Windsor, puesto que forman parte del grupo más vulnerable ante la enfermedad.
Su hijo, el príncipe Carlos también se aisló junto con su esposa, Camille, sin embargo, hace unas semanas, el palacio deBuckingham confirmó que el príncipe de Gales había enfermado de Covid- 19. Sin embargo, Carlos anunció unos días después que se encontraba recuperándose del virus y que su esposa se encontraba bien.
Isabel ha mandado mensajes de apoyo al pueblo británico y al personal médico del reino, sin embargo es su nieto, William, quien ha llevado a cabo todos los compromisos reales de la monarca mientras ella y su heredero se encuentran en aislamiento.
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