Emoción contenida o llanto abierto, pero sobre todo "respeto" por quien fuera su reina durante 70 años. Los británicos iniciaron el miércoles su adiós a Isabel II, en una capilla ardiente que permanecerá abierta en Londres hasta su funeral el lunes.
Algunos habían dormido hasta dos noches en la calle, pese al frío y la lluvia, como Anne Daley, de 65 años, segunda de una larga cola. "Renuncié a dos noches de comodidad por alguien que dio 70 años de compromiso infatigable al mundo, no es nada", dijo a la prensa.
Tras la larga espera, pasaron apenas unos segundos frente al féretro de la reina, cubierto por el estandarte real y la corona imperial, en Westminster Hall, la parte más antigua del Parlamento británico.
El gobierno avisó de que podrían tener que esperar 30 horas, en una fila de hasta 10 km que transcurre por el centro de la ciudad a lo largo del río Támesis.

jk