Entre las crudas realidades que iban saliendo a la luz, estaba la de la brutal explotación que hacían las maquiladoras en las mujeres que laboraban en ellas, en todo el país. Por cierto, se querían traer empresas de este tipo a La Laguna.[OBJECT]
Horror por la guerra en El Salvador, civiles y religiosos asesinados eran los que más dolían al representar gran indefensión en la muerte y al ser desaparecidos.
Juan Pablo II fustigaba el uso de la tortura en su Encíclica "Dives in Misericordia".
Washington se indignó y prometió dejar de mandar ayuda al país centro americano después del asesinato de tres monjas estadounidenses.
A instancias de nuestros vecinos del norte, el gobierno salvadoreño fue disuelto y para acabarla de amolar, un militar y un presidente quedaron al mando.
Rusia tenía guardia en la frontera polaca y a todo mundo puso con los pelos de punta. Al menos los pelos de la cabeza. Siria y Jordania se cucaban mutuamente. La OTAN nada más se preocupaba por Moscú.
Los polis andaban desatados en La Laguna. Unos que dijeron ser de la Perjudicial secuestraron a un estilista, que tuvo que pagar.
Otro policía municipal roció con gas lacrimógeno a un chofer de la Metalúrgica, que usó en exceso su claxon.
Al día 8, John Lennon fue asesinado en Nueva York por Mark David Chapman. El mundo quedó conmocionado y hubo intentos de suicidio de fans, además de los más clásicos y sensatos homenajes.
Estaba de moda en México el mentado Sistema Alimentario Mexicano y se decía que si fracasaba, se iba a generar desintegración social rural.
Fracasó, como los programas paliativos que siguieron ese modelo inspirado en la limosna.
Reagan no quería para nada a los braceros y a lo mejor por eso se reunió con López Portillo en Juárez, para que no pasara al otro lado.
Y eso que Reagan era nada más presidente electo de EU. Jolopo iba a defender la postura independiente de México.[OBJECT]
La que se puso bien chida fue la posada de la Judicial, que acabó en zipizape. Se pusieron bien borrachos y gracias a Dios que el comandante les había quitado las pistolas antes, si no. Eso sí, se aventaron con sillas, botellas y lo que pudieron.
Irán todavía tenía rehenes gringos y nada mensos los iraníes, pidieron un rescate por unos tres mil millones de dólares, pero el presidente Carter dijo que nel.