A nueve meses del repunte de violencia en Sinaloa, la economía local enfrenta un punto de quiebre. Culiacán, principal motor comercial del estado, ha perdido más de mil 800 negocios —entre formales, informales y ambulantes— y la tendencia, según alertan líderes empresariales, es a empeorar. La causa: un entorno de inseguridad desbordada y la ausencia de estrategias eficaces por parte de las autoridades.
Óscar Sánchez Beltrán, presidente de la Unión de Comerciantes de Culiacán (UCC), denunció que la situación actual ha provocado pérdidas estimadas en 25 mil millones de pesos en municipios como Culiacán, Navolato, Cruz de Elota y Mazatlán.
Estas cifras no incluyen el 'valor empresa' que se diluye cuando un negocio cierra: remodelaciones, contratos, inversiones en equipamiento, pagos a proveedores y liquidaciones laborales que ya no se recuperan.
Según sus proyecciones, los próximos tres meses marcarán el periodo más crítico del año, con cierres acelerados por el calor, el receso escolar y la caída en el consumo.
Pero el impacto económico no se limita al comercio. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Sinaloa, en un comunicado difundido este martes 10 de junio, advirtió que el estado atraviesa una de las crisis más severas de su historia reciente, sin una estrategia clara de recuperación y con un retroceso económico que amenaza con borrar dos décadas de progreso.
De acuerdo con el Indicador Trimestral de Actividad Económica Estatal (ITAEE), el Producto Interno Bruto (PIB) de Sinaloa cayó 3.9 por ciento al cierre de 2024, equivalente a una pérdida de casi 27 mil millones de pesos. Este declive se agrava con un entorno de violencia sostenida y condiciones climáticas adversas por la sequía.
Entre abril de 2024 y abril de 2025, el estado perdió cerca de 15 mil empleos formales, además de 36 mil puestos en micronegocios y siete mil empleadores menos, según cifras oficiales. Para la Coparmex, esto evidencia un “colapso del tejido productivo” al que ninguna institución parece responder con visión ni capacidad de contención.
El organismo empresarial lanzó críticas directas al Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa (Codesin), al que acusa de inoperancia ante la magnitud de la crisis.
Un entorno que mata: violencia sin freno
La violencia en Sinaloa no solo ha afectado al dinero, sino también a la vida. Entre el 9 de septiembre de 2024 y el 8 de junio de 2025, se han registrado mil 454 homicidios dolosos, lo que equivale a 5.3 asesinatos diarios, según cifras oficiales y recuentos periodísticos.
En ese mismo lapso, se documentaron mil 541 personas privadas de la libertad, con un promedio de 5.6 casos diarios que, en su mayoría, obedecen a conflictos entre grupos armados. A esto se suman cinco mil 401 robos de vehículos, delito que golpea tanto a la ciudadanía como al transporte de mercancías y logística empresarial.
Las fuerzas de seguridad han detenido a mil 098 personas, aunque no se ha precisado cuántas de ellas están vinculadas a delitos de alto impacto. Además, 95 personas fueron abatidas en enfrentamientos con autoridades o en actos violentos registrados en distintos puntos del estado.
Este entorno ha generado, según Coparmex, un deterioro también en la salud psicoemocional de la población.
Sin estrategia y sin rumbo
Coparmex y la Unión de Comerciantes coinciden en que la crisis no puede atenderse con paliativos. Urge una estrategia integral que frene el cierre de empresas, recupere el empleo y devuelva condiciones mínimas de seguridad para la inversión.
El llamado es claro: el gobierno estatal y federal deben reenfocar sus prioridades hacia Sinaloa; el Codesin debe presentar un plan económico realista y de emergencia; y la sociedad productiva exige ya no discursos, sino acciones concretas.
En palabras de los empresarios: “Esta crisis no admite más demora. Se necesita visión, firmeza y compromiso verdadero por el futuro de Sinaloa”.
AV