A 20 años de dejar el cargo como gobernador, Sócrates Rizzo García por fin rompe el silencio y advierte: "Por mi identificación con Carlos Salinas de Gortari, provocó que su sucesor encabezara una reacción negativa en mi contra".
"Yo, lo reconozco, estaba muy identificado con Carlos Salinas de Gortari, y eso fue lo que empezó a generar una reacción negativa en mi contra".
Sócrates Rizzo expresó que la "gota que derramó el vaso", hablando de agua, fue el pleito por la presa El Cuchillo, que al defender el almacenamiento de esa presa para el uso doméstico, el Gobierno Federal tuvo otra decisión, de enviar volúmenes importantes de agua a Tamaulipas.
Señaló que promovió un amparo en contra de esa medida y ganó la suspensión, pues una jueza decidió que se suspendiera la medida que adoptó la Conagua.
"Eso lo tomaron como una contraorden y la decisión el presidente Zedillo lo calificó de un reto contra el presidencialismo, y yo, en defensa del agua, corrí ese reto político, y repito fue ésa la gota que derramó el vaso, además de los problemas que se habían presentado en materia de la crisis financiera", sostuvo.
Reveló que entonces les anunció que se desistía del amparo, pero a cambio de negociar, y la reacción fue de volverle a dar a Nuevo León los apoyos financieros que se habían retirado.
"Pasaron los días, los meses y el secretario de Hacienda no cumplió lo que se negoció, se escondía, y a los tres meses, el escenario es que no podía avanzar Nuevo León si Sócrates Rizzo seguía como gobernador y yo empecé a pensar en la licencia y lo dialogué con el secretario de Gobernación.
"De plano, lo que hubo fue una fricción muy severa entre el Gobierno Federal y Sócrates Rizzo, porque mucha gente quiso quedar bien con Zedillo y eso era dejar a un lado el salinismo", indicó.
Dijo que además, él había tenido desgaste con el tema del Isssteleón.
En ese sentido, se desató la calumnia y una campaña que lo orilló a solicitar una licencia de seis meses a la gubernatura, a ver qué pasa y ya no se pudo lograr el regreso.
"Esto fue tan claro eso que el gobierno interino empezó a reactivar las obras que se habían paralizado porque el asunto era frenar a Sócrates Rizzo", concluyó el ex gobernador, quien se jacta de haber sido el primer candidato que no provino del dedazo.
Sus conclusiones sobre la auditoría
- El 17 de abril del 2016 se cumplen 20 años de mi solicitud de licencia como gobernador del Estado de Nuevo León, por lo que considero oportuno destacar que después de 5 años de auditorías y averiguaciones (durante los gobiernos de Benjamín Clariond, Fernando Canales y Fernando Elizondo) contra mis colaboradores y sobre mí en lo personal, todos quedamos exonerados. Y respecto a mi caso expongo los siguientes detalles.
- Con fecha 19 de septiembre del 2003, la Lic. Álida Bonifaz Sánchez, en su carácter de Procuradora General del Estado de NL (en el último mes de la administración de F. Elizondo) dictó el Inejercicio de la Acción Penal de la averiguación 575/98/V/5 iniciada a mediados de 1998, en relación a gastos de viáticos y de representación ejercidos a través de 48 cheques en el período de 1992 a 1995, que acumulan un millón seiscientos mil pesos, equivalentes a un promedio mensual de 25 mil pesos.
- Dicha resolución concluye que "...se arriba al firme convencimiento de que no existe desvío de los recursos del erario público, puesto que dichos egresos se ajustan a los rubros de partidas presupuestales autorizadas... y mucho menos (existe) el nexo causal entre esta acción y el beneficio propio de un funcionario público".
- "... No se demostró que (Sócrates Rizzo) hubiera llevado a cabo alguna conducta típica culpable que haya trascendido o producido un daño real y patrimonial en perjuicio del Estado...".
- En toda la historia de Nuevo León mi administración ha sido la más auditada y después de años de investigaciones (con ganas de encontrar o inventar algo) ha quedado demostrada la honestidad de mis colaboradores y la mía. Las estrategias de desprestigio desde el frente político, local y nacional, quedaron sin sustento: el tiempo ha puesto a cada quien en su lugar.
Sócrates Rizzo García, ex gobernador de Nuevo León
