El nuevo titular de la Fiscalía General de Oaxaca es un oaxaqueño, humanista de profesión, fue consejero y presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, en los últimos cuatro años.
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Es abogado, catedrático en justicia penal de universidades públicas y privadas.
Es licenciado en Derecho, egresado de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), además de contador público egresado de la misma institución, con maestría en Fiscalización.
Ha sido consultor internacional de la Unión Europea y de la Agencia Mexicana de Cooperación para el Desarrollo
Asimismo, fue comisionado de Naciones Unidas y en su función como obusman llegó al cargo de Vicepresidente de la Zona Sur de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos.
Sus especialidades versan en atención a víctimas y grupos vulnerables además de estrategias dirigidas a garantizar el derecho a la salud.
Como defensor de derechos humanos, recibió la queja por la dilación de la justicia en el caso de la investigación por el ataque de ácido en contra de María Elena Rios, los casos de mujeres desaparecidas y los abusos de policías municipales como el femenicidio de la Abigail Hay Urrutia, cuyo cadaver fue hallado en la celda de la policía municipal de Salina Cruz, el crimen del joven futbolista Alexander Martìnez Gómez, la desaparición forzada de la activista Claudia Uruchurto, sucedido en Nochixtlan y de la ambientalista Irma Galindo ocurrido en San Esteban Atatlahuaca.
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