A pesar de que las fiestas decembrinas, incluyendo posadas, Nochebuena y la de Año Nuevo, en gran medida han dejado de festejarse de manera tradicional en la sociedad regiomontana, la venta de piñatas ha sido normal este 2017, según comerciantes del área metropolitana de Monterrey.
En un recorrido realizado por MILENIO Monterrey, se pudo constatar que las dulcerías, lugares donde normalmente acuden los regiomontanos a comprar piñatas, se siguen vendiendo con normalidad, e incluso algunos reportaron una ligero incremento con respecto al 2016.
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Los precios de las tradicionales piñatas, oscilan entre los 50 y los 300 pesos, dependiendo del tamaño, hablando de las piñatas en forma de estrella, aunque otros diseños humorísticos pueden costar hasta 500 pesos, pero los casos son pocos.
Mario García, dueño de una dulcería ubicada en la avenida Diego Díaz, en San Nicolás de los Garza, asegura que las ventas este año no han sido muy diferentes a las del año pasado.
"Igual, si me pides un número te diría que un 10 por ciento más, a lo mucho, y los precios casi están igual. Tenemos las chiquitas en 60 y ya estas grandes en 300. La gente sigue comprando", comentó.
Ahora bien, una cosa es que las piñatas se sigan vendiendo y otra muy diferente es que la gente las adquiera para romperlas durante una fiesta.
"Cuando la gente viene a comprar piñatas grandes, normalmente se llevan también dulces para rellenarlas, esos sí las rompen, supongo", dijo un comerciante del centro de Monterrey.
Sin embargo, de 10 personas que fueron cuestionadas sobre el uso que le darían a las piñatas que estaban adquiriendo, siete argumentaron que compraban pequeñas sólo para darle un uso ornamental.
"Yo voy a comprar de las chiquitas, unas cuatro para colgarlas en el porche... ya hace unos años que no compramos grandes, a lo mejor una prima lleva para que los niños la quiebren en año nuevo, pero yo ya no acostumbro", dijo Isela, una nicolaíta de 54 años que pasará el fin de año con su familia.