La pintora Patricia G. De Santiago anunció su renuncia a la coordinación de Artes Visuales del Instituto Municipal de Cultura y Educación, después de permanecer por tres años y medio en el cargo. Con actitud serena, agradeció la oportunidad de colaborar en el proyecto municipal que le permitió generar un trabajo colaborativo entre artistas y la administración pública.
“Voy a ejercer un descanso que me deben todavía, en agosto, de hecho mi cumpleaños es el 13 de agosto y voy a descansar un ratito, pero regreso en la segunda quincena a impartir un taller y también voy a estar asistiendo a las conferencias sobre Van Gogh; la mía es el primero de agosto, así que todavía tengo trabajo. Por ahí hay proyectos que he gestionado y que probablemente los vamos a retomar para el otro año pero ya como agente libre”.

De Santiago dijo que la decisión de presentar su renuncia obedece a un proceso personal, pues aunque aseguró que nunca fue de su interés trabajar para el gobierno, su trabajo inicial fue como colaboración. Luego y a invitación de Juan Noé Fernández, acotó, se sintió honrada de participar porque eso validó su trabajo en el Centro de las Artes Visuales en la Universidad Autónoma de Coahuila.
“También yo sé que un puesto de gobierno te da mucho foco, muchos contactos, mucho conocimiento, y sí, efectivamente conocí a gente del Museo del Prado, la gente del Arocena, a nivel estatal y nacional a muchos artistas, digo, estuvo padrísimo, trabajé con la gente de Arquitectura de la UNAM con el proyecto de Cascarones de Candela que estuvo increíble, fue una gran experiencia.
Aunque como artista y persona atravesó momentos de gran dificultad, al asumir el cargo entendió que debía enfrentar retos y eso la impulsó a ejercer la autoevaluación o la autocrítica, pues en la función pública se deben desarrollar proyectos con lo que se tiene que, muchas veces, puede presentarse como limitante.
“El año pasado las cuentas fueron de mil 414 veces en que los artistas participaron con nosotros, beneficiando a los expositores, más los asistentes a los eventos que ahorita no tengo los números, pero fueron más de 600 mil en artes visuales, y luego también toda la interacción, híjole, es mucho foco. Sí, me gusta socializar, pero me gusta mi espacio y estar sola y esto ha sido un trabajo muy intenso”.
Es en ese punto en que la artista, dijo, sintió desequilibrio, pues aunque sí fue parte de actividades creativas colectivas, a ella le faltaba su pintura que, acotó, no se realiza por encargo. En su caso, dijo, tuvo la oportunidad de participar en algunas exposiciones colectivas, realizó donación en la pinacoteca del acervo. Y también realizó una exposición en la Galería de Arte Contemporáneo del Teatro Isauro Martínez, invitada por Jacob Atiyeh.
“Agradezco eso, pero a nivel personal quedaron muchos cabos abiertos y como artista, tengo 46 años y mi vista ya no es igual. Estoy cercana a los cincuenta, quiero producir y tener la energía”, al asegurar que tuvo que replantearse su quehacer, la gestión y la colaboración en proyectos creativos.
Al afirmar que mantiene la confianza del director del IMCE, Antonio Méndez Vigatá, y la de quienes fueron sus compañeros, apuntó que seguramente podrán trabajar algunos proyectos, en tanto que sus funciones las asumirá Nancy García con la confianza de que hay un trabajo programado que cubre todo el año en curso.
“Administrativamente, termino en agosto, pero todo eso ya tiene inercia, ahora, hay como una tercia, el arquitecto ya tiene gente que le puede colaborar, pero por lo pronto, en el inter, estaré apoyando, haciendo la entrega, pero mi equipo de trabajo es el que va a estar asumiendo la responsabilidad y la transición.
Al recuperar su tiempo, Patricia G. De Santiago reiteró que ahora su trabajo será cuidar de ella, pintar, evaluar ofertas de trabajo y volver a la autopromoción de su trabajo a través de las redes sociales, donde ha realizado contactos importantes como agente libre, lo que le da a pensar en la creación de un circuito de arte en la región.
DAED