Las panaderías de la Comarca Lagunera ya trabajan el tradicional pan de muerto. Como parte de la cultura mexicana, este alimento no puede faltar en los altares en honor a los fieles difuntos.
Con precios accesibles al público que van desde ocho hasta 30 pesos, cuidando la calidad de los materiales y sin conservadores, este pan va directo del horno a la mesa.
Es el caso de la panadería Merary, Mayela Gallegos encargada de los repartidores, explicó que el pan que se elabora en ese lugar se hace con la mejor calidad en materiales, se usa mantequilla, leche, huevo, harina, "nada se rebaja y el pan no tiene conservadores", aseguró.
"A diferencia de los grandes centros comerciales que elaboran pan que puede durar en el aparador semanas, el sabor y la textura de un pan hecho diario y con toda la tradición panadera jamás sabrá igual que uno de centro comercial".
Mayela Gallegos compartió que el pan de muerto es una tradición que sigue viva en los hogares laguneros, y que este producto es buscado desde una semana antes del 2 de noviembre, las escuelas ayudan en las ventas, ya que piden a los alumnos pan de muerto para sus altares y ofrendas.
Existen precios para todos los bolsillos, desde ocho hasta 30 pesos, el sabor es el mismo, la receta es ancestral y el toque único se lo dan los panaderos que lo realizan de manera tradicional.
"Invito a todos los laguneros a comprar pan de muerto en panaderías tradicionales, que dan empleo a gente de la región, por sabor y calidad", concluyó la encargada de los repartidores de Merary".