En Oaxaca, la Fiscalía General del Estado emitió una Alerta Rosa para que las fuerzas de seguridad estatal y federal logren la localización de la activista y ecologista Irma Galindo Barrios, que desapareció de una zona en conflicto agrario -ubicada en el municipio de San Esteban Atatlahuca y colindantes- donde persiste una ambiente de hostilidad por la posesión de una zona boscosa.
Para exigir su aparición con vida de la defensora comunitaria, se reportó un reclamo de parte de colectivos de derechos humanos y organizaciones civiles que logró presionar al fiscal Arturo Peimbert Calvo, para activar un protocolo de localización urgente con perspectiva de género para lograr con el paradero de la víctima, donde se ordenó un despliegue de elementos de la Policía Estatal y Guardia Nacional en la zona de conflicto.
De acuerdo con la ficha de búsqueda, Irma Galindo Barrios, de 40 años, fue vista por última vez el 27 de octubre, en la comunidad indígena de Mier y Terán, una de las tres agencias afectadas con la reciente violencia donde se han reportado agresiones mutuas.
Irma vestía un pantalón de mezclilla, blusa típica de manta con grecas bordado de roja, chamarra tipo gabardina negra, al momento de su desaparición, también calzaba botines y portaba sombrero negro.
La ficha destaca como seña particular un lunar abultado del lado izquierdo del rostro, a la altura de la mejilla.
Desde hace un año la activista alertó del conflicto interno que viven las comunidades de Guerrero Grande, Mier y Terán y Ndoyonoyuji, con la cabecera municipal por la disputa de fondos de obras y la tala clandestina de maderas preciosas como pino y encino.
En noviembre del 2019, la ambientalista fue de las primeras víctimas de la violencia cuando fue desplazada, ya que su casa fue incendiada por los grupos irruptivos.
Permaneció en calidad de desaparecida y después de 10 días fue localizada con vida en un rancho de unos familiares.
De acuerdo con su propio testimonio, emitido ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) decidió auto protegerse por temor a las amenazas que había recibido de personas cercanas a las autoridades municipales de Atatlahuaca, que la señalan como una amenaza por que ha luchado por defensa de los bosques.
Galindo Barrios ha reprobado que amparados en los usos y costumbres, la autoridad municipal cometa excesos y dañe el ambiente como es el hecho de generar una tala irracional del bosque y permitir la operación de aserraderos que carecen de permisos federales de parte de la Semarnat y Profepa.
Según la queja de los activistas de derechos humanos, que exigen la aparición con vida de Irma Galindo, las disputas agrarias reportadas en San Esteban Atatlahuca ha generado varios enfrentamientos con comunidades colindantes que ha dejado balaceras y quema de ranchos, además de comuneros heridos.
ledz