Monserrat Griselda, es una niña indígena de seis años, originaria del municipio de San Agustín Loxicha, padece cáncer de piel y hoy esta a punto de perder el brazo porque no se le atendió a tiempo su padecimiento.
Cuando ella nació se empezó la construcción de un hospital en su comunidad, que quedó en obra negra y sin equipamiento por un presunto manejo indebido de los recursos públicos.
En el diagnóstico médico, la menor padece un tipo de neoplasia de piel, llamado melanoma, que debió haber sido atendido desde su inicio por un oncólogo pediatra.
Los médicos que atendieron a la niña, y la trasladaron a la ciudad de México para ser atendida refieren que si se hubiera realizado una biopsia a tiempo tal vez se hubiera salvado el brazo de la menor, que reporta un avanzado estado de daño por el cáncer de piel.
Precisan que el padecimiento de Monserrat Griselda es sistemático y, también lo presenta en la pared del estomago por lo que su diagnóstico clínico de vida es reservado.
Su madre Catalina Matías Gaspar y su padre Porfirio Juárez, se muestran preocupados, molestos e indignados porque la desgracia que padece su hija pudo ser atendido a tiempo si se hubiera diagnosticado e identificad su mal, si operara el hospital regional que nunca se terminó de construir en el municipio de San Agustín Loxicha y cuya obra empezó hace siete años.
Luciano Galicia ex delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien gestionó recursos para trasladar a la menor a un hospital de la Ciudad de México, advirtió que el mal de Monserrat Griselda es un caso que pudo tener un final feliz, pero se dejó avanzar por la falta de un atención médica y de salud de calidad en la comunidad de origen.
Aceptó que los padecimientos sanitarios que más se reportan en la zona de la Sierra Sur de Oaxaca, principalmente en el municipio de San Agustín Loxicha son los que tienen que ver con la pobreza, la falta de una alimentación de calidad y la desnutrición.
Además de los padecimientos por hongos de piel y de ojos.
Dijo que de acuerdo a la estadística nacional en salud, la mortandad materno-infantil en esta comunidad es del 75 de cada 100 y la mortandad general de 70 de 100.
Informó que el 90 por ciento de las viviendas son de madera con techo de lámina y carecen de un sistema óptimo de agua potable, además de reportar ausencia de drenaje sanitario.
Afirmó que las enfermedades más comunes son las tuberculosis, la sarna, las gastroenteritis y la anemia.