Sentado en una banca de la Plaza de Armas en Gómez Palacio, Emir Carlos disfruta de un buen libro, y pese a que su vida se encuentra en una situación complicada, pues recientemente fue deportado de Estados Unidos hacia México, la lectura hace que por momentos se olvide de sus problemas.
Originario de Tierra Caliente, Guerrero, desde hace tres semanas llegó a la Comarca Lagunera en el tren al cual se trepó en Piedras Negras, Coahuila, y mientras recupera las fuerzas y plantea el viaje para continuar su camino hacia su tierra, ya sea de aventón o de igual manera retomar el tren, se sumerge en 'Inquebrantables' de Daniel Habif.
Debido a la falta de dinero, a Emir, migrante de casi 50 años, no le ha quedado otra alternativa que permanecer en La Laguna, donde se mueve en busca de recursos, como llegó a Gómez Palacio, y al preguntarle sobre el surgimiento de su gusto por la lectura, destaca que le despierta la mente.
“Me hace no sé, como ubicarme o poner los pies en la tierra, pensar más claro, y sentir lo que soy”, comentó Emir sobre la lectura.
Fue detenido por agentes del ICE tras cuatro años en EU
Emir Carlos vivió cuatro años en Estados Unidos, tanto en California como en Phoenix, Arizona, en donde tenía dos trabajos; en el campo cortaba sandía, así como en una fábrica y, como parte de las nuevas políticas migratorias de Estados Unidos, fue detenido por los agentes del ICE para posteriormente deportarlo.
Su gusto por la lectura lo obtuvo ya de adulto, pues recuerda que cuando era niño no era de sus actividades favoritas, pero con el paso del tiempo y los caminos que le han tocado transcurrir en esta vida, ahora se ha convertido en uno de sus hobbies preferidos.
Él empezó a leer desde hace alrededor de 25 años, y señala que ha leído varios textos que han caído en sus manos, pero sus favoritos son El Principito, Harry Potter, y El Oráculo, este último, el cual lo centró más en las lecturas. Aunque sí le gusta el celular, para él es más algo por necesidad que un pasatiempo.
Emir cada día espera que llegue el amanecer para volver adentrarse a esas historias que hacen su caminar más ligero.
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