El ISSSTE decidió que febrero será el Mes del Hombre, a fin de dirigir los esfuerzos hacia la medicina preventiva, que es la más barata, para la detección oportuna de los padecimnientos propios del sexo masculino. La institución que se hace cargo de la salud de los empleados del gobierno federal aplica estas políticas preventivas con el afán de ahorrar presupuestos para medicina curativa y paliativa en el futuro, que cuesta muchísimo más que la modalidad preventiva. En suma, se trata de que los hombres dejen atrás los prejuicios machistas de “yo nunca me enfermo y si me enfermo me aguanto porque soy muy macho” y acepten que no son superhéroes ni son inmunes a todo tipo de enfermedades que no sólo les quitan calidad de vida, sino que también son capaces de matarlos cuando las enfermedades más agresivas no se atienden en tiempo en forma, sino que se dejan hasta que el dolor es insoportable.
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