Poco a poco una amplia calle de la colonia Buenos Aires se llena de carros, de los que descienden mujeres, algunas acompañadas de hombres, en grupos de dos o tres, algunas con niños, y las niñas al igual que las mujeres se cubren la cabeza.
Pasan de las 6 de la tarde y se escuchan las alabanzas al interior del imponente edificio blanco, en la puerta tres hombres reciben a los asistentes y les dan la bienvenida, desde su puesto observan con cuidado todo lo que ocurre en los alrededores.
Al notar la presencia de alguien ajeno a la comunidad religiosa, inmediatamente cuestionan qué es lo que se busca, sin embargo se comportan renuentes a responder cuestionamientos.
“No hay ahorita un responsable, tenemos dos, uno de ellos de nombre Daniel, pero ahorita no se encuentra ninguno”, explicó uno de los hombres quien se identificó como Óscar Eduardo.
“Ellos trabajan y en ocasiones vienen por la mañana o por la tarde, en otros horarios”, continúo su explicación a la negativa de buscar a alguien para que concediera una entrevista para Milenio, en relación a que el líder de esta iglesia denominada La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, fue encontrado culpable de delitos sexuales en California, Estados Unidos.
Se le preguntó si seguían en oración por García, sin embargo su respuesta fue que en ese lugar se hace oración por todos, “por usted, por los vecinos, por nuestros hermanos, por todos”, añadió que la oración y los servicios de adoración “al único Dios” se realizan tres veces al día, todos los días.
Al observar que se tomaban fotografías desde el exterior, Óscar Eduardo cerró las puertas del templo y dejó solo una de ellas abierta para el acceso de quienes seguían llegando.
Al fondo se escuchaba una voz masculina que expresaba que esa tarde se estaría pidiendo en oración por los hermanos que hoy no pudieron estar presentes, por los enfermos y por quienes se encontraban en alguna situación de necesidad.