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La Constitución nació muerta

No puedo dejar de pensar en la gran pira humana insaciable en la que se ha convertido el país.

Un perro rojizo se acerca, olfatea entre la basura de la calle, después se aleja olvidándome. Los perros tienen un mundo en la nariz, reconocen casi todo gracias a ese sentido que no se equivoca; los humanos poseen cerca de 5 millones de células olfativas, el perro tiene más de 300 millones, el perro nos supera en cualquier aspecto, sin ellos y el fuego no estaríamos aquí. He pasado varias horas en silencio observándolo, generalmente las personas necesitan hablar y hablar para no sentirse vacíos. Camina de un lado a otro en silencio, llevando papel bond cultural ahuesado de 90 gramos en las manos, huele a tinta, se divierte, tacha en su orden de impresión que ha pegado en una de las paredes de un estante de madera cada tanto que sale impreso, conoce los secretos de su máquina, una grandiosa Riso que escupe honestidad en medio de tanta doble moral, desdicha e incertidumbre. La noche nos atrapó en una zona que todavía es peligrosa para caminar a esas horas. Se apagan poco a poco las luces, es hora de caminar hasta Brasil, atravesar la plaza, caminar. Pienso en el peso histórico del edificio, en sus muros, en el dolor que sufre el exiliado. Pienso en la transición a otros tiempos mientras bajamos la escalera.

El ahuizote, especie de perro de agua, animal mitológico, azteca; se llevaba a todos los que invadían su territorio: las grutas submarinas. Los dioses le otorgaron el poder de poder llevar a las personas al paraíso. Llegamos al final de la escalera de madera, Diego Flores Magón tiene buen olfato, te guía como ese animal mitológico entre un tiempo que ya no existe y otro que está por existir. Con el temple de un perro cazador encontró el inmueble que alberga el archivo-proyecto cultural-imprenta: La Casa del Hijo del Ahuizote, con el apoyo del Fideicomiso del Centro Histórico, tras largas negociaciones con los comerciantes que ocupan parte del inmueble, se restauró. Una fotografía fechada el 5 de febrero de 1903 fue la pista clave, el bisnieto de Enrique Flores Magón empezó un viaje a su pasado emocional y político. Quiero preguntarle qué sintió cuando encontró las anotaciones en aquella foto, no me atrevo. Imposible no detenerse ante la fotografía del vestíbulo, La Constitución ha muerto, la imagen toma sentido, estamos a un día de las elecciones del 5 de junio para la nueva Constitución de la ahora llamada CdMx, vamos a elegir a los nuevos ladrones, a los nuevos legisladores que, como Carmen Salinas, se dormirán en las sesiones, haraganes que deciden el futuro de un país corrupto; las palabras cuando provienen de la reflexión, no caducan, "todos los males que aquejan al ser humano provienen del sistema actual que obliga a la mayoría de la humanidad a trabajar y a sacrificarse para que una minoría privilegiada satisfaga todas sus necesidades y aun todos sus caprichos, viviendo en la ociosidad y en el vicio". No puedo dejar de pensar en la pira humana insaciable en la que se ha convertido el país, los niños quieren ser sicarios, no quieren leer a los Magón, se deleitan escuchando al Komander. Recientemente el horror de Tamaulipas cobró importancia tras el circo ridículo de la "víctima" mediática Alan Pulido, tuve que preguntar quién era, perdonen, no tengo televisión, no me gusta el futbol. No lo duden: los asesinos quieren votos, coronemos con honores a la efectiva policía, se obtendrán votos legalizando el matrimonio de personas del mismo sexo y transgénero, no importa sin antes los despreciaron, la violencia de género ganará muchos votos de los ingenuos que creen que realmente les importa a los que gobiernan que las mujeres sean maltratadas y asesinadas brutalmente, después los viejitos; por favor, no olvidemos dar becas a adolescentes embarazadas e irresponsables, usar al más débil como escalón en la enorme escalera podrida del poder, no es novedad.

Es inevitable pensar en la imagen que les costó el exilio a los Magón. Hace más de 10 años Diego encontró una fachada ruinosa que albergó una revolución ideológica auténticamente subversiva, hombres radicales e inteligentes combatían con una imprenta al porfiriato. Palabras como balas. Los Magón tomaron en 1902 la dirección del periódico El Hijo del Ahuizote, fundado en 1885 por Daniel Cabrera y Manuel Pérez, el tiraje sobrepasaba a todos los periódicos a favor del sistema político de la época. En abril de 1903 un perrito oaxaqueño con aires de francés ordenó arrestarlos, entraron al inmueble para detenerlos, la corte suprema prohibió cualquier publicación firmada por Ricardo Flores Magón. La cárcel de Belén fue el castigo que el porfiriato impuso a los hermanos, al salir, se van a Texas, ese año, conocen a Emma Goldman y allá, tan lejos, el perrito faldero, Porfirio, los persiguió con saña, no solo a ellos, a cualquiera que criticara su forma de gobierno, destruyó imprentas, las clausuró, encarceló periodistas, trató de amordazar una revolución ideológica. La lucha contra cualquier dictador es uno de los más altos valores civiles, ya lo escribí algunas veces, lo repetiré: los únicos antihéroes que pudieron darle un rumbo distinto a México son ninguneados por la historia oficial, los distintos gobiernos de la Ciudad de México ni siquiera sabían en qué calle se albergaba la imprenta magonista. Un hombre al que le debemos tanto fue cobardemente asesinado en una cárcel de Estados Unidos de Norteamérica.

La calle de Chiconautla está desierta, son las nueve de la noche, hoy todos la conocen como República de Colombia. En la memoria magonista sigue llamándose Chiconautla. Calle marcada, sucia, la belleza del arrabal seduce, los gritos de los ambulantes no se escuchan a esta hora, luce su primitiva agresividad, el reflejo de los postes de luz hacen juegos de sombras. Abandonada por décadas, hoy se encuentra en una transición importante gracias al proyecto situado en el 42 de la calle. No necesitas de un permiso especial para poder consultar el archivo que consta aproximadamente de 15 documentos digitalizados. Cualquiera puede entrar, no existen permisos especiales para disfrutar de una tarde en la terraza escribiendo o investigando. Aquí las puertas permanecen abiertas para cualquier persona que desee acercarse. Han pasado 8 años desde que Diego inicio formalmente el proyecto que lo llevaría a descubrir algo que no conocía de sí mismo y otros. La Revolución Mexicana es un triunfo de papel, lo dijo John Kenneth Turner, si Netflix les deja algo de tiempo libre, lean México bárbaro para entender el presente. El domingo otra vez tendremos un cómico triunfo de papel para colgarlo junto a la caja tarada. Ricardo para muchos podría ser un hombre radical, sostuvo un conflicto ideológico contra Madero, Carranza, Obregón. Nunca aceptó del todo la ideología "revolucionaria" de aquella época, se adelantó, un lector de Gorki jamás vuelve a ser el mismo, la radicalidad es iluminación, desconcertante que sea considerada un defecto. Cuando Enrique Flores Magón regresó a México, se reconcilió con la Revolución, el proyecto de Lázaro Cárdenas le pareció algo digno de apoyar.

La mentira es también omisión, la historia editada la escriben los tiranos. Diego cierra la cortina, caminamos un pequeño tramo de Brasil, Santo Domingo es un fantasma barroco de afilada soledad. Cantera rosa, tezontle. Es tarde, apenas nos cruzamos con algunas personas que caminan apresuradas, doblamos en Ignacio Allende, una calle que también está mutando. Han cerrado todos los bares en los que me refugié de las fábricas, desamor y empleos mal pagados, apenas queda algo de esa gloriosa esquina con Cuba, 1996 queda muy lejos, 20 años de distancia, El Río de la Plata era un sitio de cubilete, viejos, cerveza helada y barata. Allende de pronto se convierte en Bolívar, caminamos hasta Tacuba, ahí doblamos por Filomeno Mata, nos sentamos en un local para beber cerveza en silencio. La noche avanza, caminamos hasta Avenida Juárez, una excavadora sale de la nada, ¿qué hace en la banqueta?, no sabemos, los trabajadores se niegan a contestarnos qué demonios hacen ahí. Seguimos nuestro camino, cruzamos la Alameda Central, solitaria, triste. El Metro Hidalgo se traga a Diego. Camino un pequeño tramo de Reforma, atravieso hasta conectar con la Calzada México-Tacuba; mientras cruzo por el panteón de San Fernando recuerdo mi época en una pensión cercana, me parece ver al perro rojizo atisbando en la noche. México se especializa en asesinar mentes revolucionarias, la Rotonda de las Personas Ilustres es una burla, tumbas lujosas e inservibles, país perverso, idólatra, en 1945 llevaron los restos de Ricardo después de asesinarlo, probablemente él escupiría ante las letras de oro del muro de honor del Palacio de San Lázaro que llevan su nombre desde los años 90. Un anarquista no tiene ídolos. Los únicos antihéroes que pudieron cambiar el rumbo de un país llamado México son poco valorados. Seguimos alabando a los estúpidos Niños Héroes.

* Escritora. Autora de la novela 'Señorita Vodka' (Tusquets)

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Susana Iglesias
  • Susana Iglesias
  • Escritora. Autora de la novela Señorita Vodka (Tusquets)
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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