Un pueblo fantasma repleto de leyendas y con muy pocos habitantes, casi en ruinas, así quedó Mineral de Pozos.
Aquella ausencia y abandono se respira en el viento frío; resalta la arquitectura de las ex haciendas en ruinas que datan de hace más de 100 años, y que son una verdadera belleza.
De acuerdo a la información que difunde el área de Turismo de este Pueblo Mágico, Mineral de Pozos es una localidad del estado de Guanajuato, el cual tuvo un gran auge minero más o menos relativo, hasta el siglo XIX, cuando las luchas por la independencia, la Guerra de Reforma y la Intervención Francesa, causaron largos periodos de abandono.
La explotación de las minas tuvo un repunte que impulsó en poco tiempo un gran crecimiento a este pueblo que fue elevado de categoría y cambió su nombre por el de Ciudad Porfirio Díaz.
Esto ocasionó inmigración y el incremento de la población, de ocho mil habitantes que tenía en la primera mitad del siglo XIX, para la primera década del siglo XX, ya contaba con ochenta mil.
Pese a la llegada del ferrocarril, el teléfono, el teatro y los grandes almacenes de la época, al inicio de la revolución las minas quedaron abandonadas nuevamente.
Agudizados los problemas durante la Guerra Cristera, se calcula que para la mitad del siglo XX, solo contaba con una población de aproximadamente 200 habitantes, por lo que se ganó la fama de “pueblo fantasma”.
El pueblo fantasma fue rescatado en 1982 con el programa Tesoro Histórico Nacional pues se consideró que Pozos tenía (y tiene) un encanto especial.
Cabe mencionar que el 16 de febrero de 2012 fue declarado como parte del programa federal que reconoce a los pueblos con una gran riqueza cultural, gastronómica o artística, al igual que Pueblo Mágico en el cual ahora la gente de la zona es la encargada de guiar al turista por cada rincón de dicho pueblo entre los que destacan:
El campo de Lavanda, ex hacienda El Triángulo, San Rafael, La ex hacienda de Cinco Señores, esta última considerada como la más importante al concentrar el mineral de varias minas. Hasta el momento, turistas de todo el mundo han caminado las ruinas y este gran Pueblo Mágico.
Es importante detallar que Pozos destila historia no solo en aquellas ex haciendas, sino en cada estructura y camino que como visitante se puede recorrer.
Dentro de la comunidad, sus calles empedradas y construcciones antiguas han vuelto a la vida con galerías de arte, venta de artesanías, sorprendente gastronomía y la posibilidad de actividades extremas, gracias a la infraestructura generada en los años más recientes.