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Jóvenes laguneros destinan al menos 30% de su salario para rentar departamento

De acuerdo con cifras del IMSS, un empleado de entre 25 y 29 años de edad gana en promedio 13,867 pesos al mes en la zona metropolitana.

Un joven trabajador de La Laguna tendría que destinar mínimo una tercera parte de su salario si quiere independizarse y rentar un departamento.

Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), un empleado de entre 25 y 29 años de edad en esta Zona Metropolitana gana en promedio 13 mil 867 pesos al mes y el gasto mínimo en la renta de un departamento es de 4 mil pesos, según una revisión hecha por MILENIO a plataformas inmobiliarias. 

En el caso de querer comprar una casa, la situación no es más esperanzadora. La Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) establece como costo promedio de una vivienda media un millón 859 mil 43 pesos con corte al primer trimestre de 2025 y para que un joven lagunero pueda costearlo tendría que ahorrar su salario completo de 13 mil 867  durante 11.1 años. 

Según la Comisión Nacional de Vivienda, las características de un hogar de esta naturaleza constan de una superficie promedio de 102 metros cuadrados, dos baños, cocina, sala, comedor y dos a tres recámaras. 

“La vivienda es una de las principales preocupaciones de los trabajadores jóvenes, aquellos que nacieron durante la década de los noventa y principios del dos mil se preguntan: ¿cómo hacerse de un patrimonio cuando los sueldos son tan bajos?”, dijo al respecto Luis Alfredo Medina, coordinador de Investigación del Observatorio Ciudadano de La Laguna. 

El especialista destacó que los datos con corte al primer trimestre de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) sitúan a La Laguna como la sexta Zona Metropolitana con más bajos salarios. 

La renta ha venido incrementando de una manera muy considerable en la Zona Metropolitana de La Laguna, pues hay desde 4 mil o 5 mil hasta 11 mil o 15 mil pesos para la clase media. Es preocupante porque con el aumento del costo de la vida cada vez queda menos margen de maniobra para ahorrar y al no poder hacerlo se ve imposibilitado hacer un patrimonio”, indicó.

Una revisión a las plataformas inmobiliarias (Propiedades.com e Inmuebles24) confirma los precios de las rentas en Torreón. En sectores como el Centro, la mínima es de 4 mil 500 pesos y hay unas que superan los 10 mil pesos mensuales. Esto contrasta de manera importante con lo que ocurría hace poco más de una década, pues un reportaje publicado por MILENIO Laguna el 2 de diciembre de 2013 expuso que en promedio una renta en zonas del Centro era de entre mil 500 y 3 mil pesos. 

Alfredo Medina apuntó que ante estos ingresos y gastos elevados no es extraño comprender el motivo de que varios jóvenes postergan o no tengan entre sus planes inmediatos tener una familia.

“Si haces un comparativo del salario de un recién egresado o trabajador joven con el costo de la canasta básica, no te deja mucho margen de maniobra. Una familia con cuatro integrantes tendría que gastar en La Laguna en promedio mensual de 7 mil 500 pesos para garantizar una canasta básica”, añadió.

¿Gentrificación en Torreón?

Especialistas consultados por MILENIO consideraron que el incremento en las rentas y precio de las casas obedece en buena medida a la especulación del suelo que ocurre de manera más notoria en sectores como el Centro de Torreón.

“Lo que sí hay en el Centro Histórico y es una de las características de la gentrificación es la especulación del suelo, es decir, edificios abandonados que los propietarios no quieren ocupar y los tienen parados para que en algún momento suban su valor y puedan revender”, dijo José Antonio Ramírez Reyes, Asociación Mexicana de Urbanistas 

La socióloga Tania Díaz Chávez, por su lado, destacó que el encarecimiento de rentas y compra de casas también ocurre por los signos de gentrificación que ya ocurren en la región.

“Podemos ver atisbos de este fenómeno, no tan marcado como en otras ciudades más grandes, pero sí hay elementos y características que son parte de cómo se define la gentrificación, que es una reestructuración urbana que implica un desplazamiento de locales y personas con menores ingresos”.

Puso de ejemplo el Centro de Torreón cuando se desarrollaron obras como la Plaza Mayor y el Paseo Morelos, que elevó la plusvalía y expulsó tanto a negocios tradicionales como a una parte de la población que tenía su vivienda en los alrededores. 

“En Torreón lo podemos ver en áreas específicas como el centro cuando se construyó la Plaza Mayor por el dinamismo que surgió en esa zona a partir del establecimiento de negocios, locales, comercios y vida nocturna que generó el desplazamiento y expulsión de quienes tenían pequeños negocios y viviendas porque se encarecieron las rentas”.

Díaz Chávez refirió que el fenómeno de la gentrificación tiene décadas en algunas partes del mundo, pero tiene sus particularidades en cada país y en el caso de México tiene como principio la ausencia de una política pública para generar vivienda de interés social.

“Hablamos de una reestructuración que implica el desplazamiento de las personas con menores ingresos, dado que ciertas zonas tienen cualidades y favorece a que se resignifiquen para las personas de clase media y alta, lo cual termina por agudizar las desigualdades de clase”.

“El factor detonante de la gentrificación es la ausencia de una política del estado en donde se construya vivienda asequible para los habitantes. El gobierno federal lanzó un programa ambicioso de construcción de un millón de viviendas, pero el déficit es de 9.5 millones de viviendas en el país”, añadió José Antonio Ramírez.

El urbanista consideró que él no ve este proceso como tal en la región, pero sí hay factores que podrían detonarla en el mediano y largo plazo.

“Por lo menos yo no he visto estudios que demuestren que hay un proceso de gentrificación en Torreón, pues si vemos el Centro Histórico y analizamos los datos del Censo de Población y Vivienda del INEGI en realidad pierde cada vez más población, no es que se esté desplazando una población por otra”.

Ambos entrevistados consideraron que para evitar este fenómeno y sus consecuencias debe existir una planeación coordinada entre los tres órdenes de gobierno.

“Debe haber una coordinación entre los diferentes órdenes de gobierno para que si hay un programa federal de vivienda esté coordinado con acciones regulatorias de permisos de uso de suelo y cómo vamos a fomentar que no se destruya el tejido social por todas las implicaciones que tiene este fenómeno que tiene su base en lo económico”, estableció la socióloga Tania Díaz.



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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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