A los 42 años, el señor Enrique Ortega, quien es dueño de su propio negocio, esposo y padre de familia, lo tenía todo, sin embargo, tras un asalto, su vida cambió inesperadamente, pues perdió la movilidad de sus piernas gracias a que el asaltante accionó contra él un arma de fuego. Sin embargo, la fisioterapia le ha ayudado a recuperarse poco a poco.
“Me quisieron asaltar afuera de mi casa, me dieron un balazo, donde me entró una de 9 milímetros expansiva me amoló lo que es el riñón, parte del hígado y la médula ósea”. Recordó Enrique.
Cuando el herido despertó en el hospital, vio su esposa preocupada, pues los doctores le habían revelado que Enrique ya no podría caminar.
“Cuando yo estaba en el hospital mi esposa, no sabía cómo decirme que había perdido mis piernas, entonces en cuanto yo despierto de terapia intensiva, siento que no tengo mis piernas y le dije a mi esposa que no nos preparamos que no era que nos falta la vida”.
Pasarían noviembre, diciembre y enero sin novedad, hasta que finalmente, una amiga de la familia les habló de la clínica de fisioterapia que se encuentra en la UNAM, y Enrique, con ilusión de mejorar, acudió.
“Cuando yo ingresé no tenía movimiento en mi tronco, donde me tenían que agarrar con una sábana en la cuestión del tronco para poderme menear, yo no me independizaba de mí mismo”.
Pero han pasado tres meses y Enrique ha mejorado notoriamente, pues según relató, en tres meses ha logrado lo que una persona promedio, logra en un año.
“Yo ya puedo gatear solito y ya puedo moverme yo solito y también me han enseñado mucho en silla, aquí también me enseñaron a ser independiente en mi silla, (...) Yo de repente sí amanezco y me da coraje no tener todo completo, pero es un momento (...) fue un cambio muy brusco, pero aquí estamos echándole ganas y todo para adelante, nada para atrás”. Comentó Enrique con una sonrisa optimista.
Enrique ortega, es uno de los más de 400 pacientes que se atiende actualmente en la ENES de la UNAM, en sus diferentes áreas; geriatría de neuroterapia para adultos y niños mayores de 3 años, áreas de neurodesarrollo para niños menores de 3 años, un gimnasio funcional, un gimnasio de entrenamiento y un área de tanque terapéutico.