Las familias que viven en las faldas del volcán Popocatépetl, en la zona que pertenece al Estado de México, se mantienen alerta debido al incremento en la actividad del coloso, sin embargo, no temen por su integridad o por una explosión, pues aseguran que están acostumbrados.
Doña Aurelia Conde es una de ellas. Vive en la comunidad de San Juan Grande, en el municipio de Amecameca, muy cerca a las faldas del volcán, casi en el limite de los 12 kilómetros de seguridad que marca el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Pese a la cercanía con Don Goyo, aseguró en entrevista para Milenio Estado de México que, en los últimos días la caída de rocas y ceniza intensa sí le ha preocupado, pero está tranquila porque no es la primera vez que el Popocatépetl tiene este tipo de actividad.
"Sí se escucha a cada rato, porque cuando se caen las piedras se oye el golpe aquí en la colonia San Juan se escucha más y eso es lo que luego nos preocupa, pero ahora si que ya está uno acostumbrado", dijo.
El cambio del semáforo volcánico a Amarillo Fase 3 sólo incrementó el nivel de alerta de la ciudadanía, pero al igual que la señora Aurelia aseguran no tienen miedo e incluso aseguran que es mejor que tenga actividad, pues "así saca todo poco a poco".
"Las autoridades han dicho que es mejor que caiga ceniza, que explote, si se escucha feo, se escucha como si estuviera hirviendo la olla de frijoles, pero pues siempre ha sido así y nunca ha pasado nada", agregó.
En caso de evacuación "no nos iríamos"
Además, ante la posibilidad de incrementar el semáforo de alerta volcánica y el riesgo, que los obligue a dejar sus viviendas, la población se resiste a salir de sus casas.
La mayoría son adultos mayores, viven del campo y de sus animales, y no están dispuestos a abandonarlo todo.
"Mi esposo me dice que cuando digan las autoridades que ya tenemos que irnos que yo me vaya, que él se queda cuidando los borregos porque quien los va a llevar a comer, quien les va a dar su agüita, pero no, como lo voy a dejar aquí, yo también me quedaría", agregó la señora Aurelia.
Toman medidas
Los habitantes sólo toman las medidas ante la caída de ceniza, por lo general las que implementan varias veces al año cuando se registra el lanzamiento de material incandescente del coloso.
Es común ver mujeres y hombres barriendo las calles y azoteas para evitar que la ceniza caiga al drenaje o en los contenedores de agua que tienen en sus patios, “con eso de que luego está cayendo la ceniza, procuramos no salir nada más y a los niños cuidarlos igualmente”.
Los miles de habitantes de la zonas cercanas al Popocatépetl pidieron a las autoridades incrementar la seguridad, dar mantenimiento a la rutas de evacuación y a los señalamientos de las mismas así como extender más la información pues muchas personas no cuentan con televisión, radio incluso no saben leer los trípticos que se les entregan.
OMV