El grito de indignación se escucha desde el velorio Yanqui Khotan Gómez , estudiante normalista de la normal rural de Ayotzinapa que murió durante una confrontación con policías de Guerrero.
El padre Filiberto Velázquez, director del centro de derechos humanos Minerva Bello se acusa la brutalidad policial y la estigmatización de los jóvenes, particularmente de los estudiantes de Ayotzinapa.
"Los estudiantes son criminalizados por ser jóvenes, por ser de Ayotzinapa", afirma el padre Filiberto.
Durante un breve encuentro con medios de comunicación, señala la desproporción en el uso de la fuerza, incluso contra aquellos desarmados, cuestionando el uso excesivo de la violencia que lleva a la pérdida de vidas inocentes.
"¿Por qué disparar a la cabeza si no es con intención de matar?", cuestiona con desesperación.
Cristina Bautista, madre de Zaiide Gómez, reclama y desmiente las acusaciones infundadas contra los jóvenes: "Tenemos los documentos para callarle la boca al gobierno", declara, refutando las falsas afirmaciones sobre el estado de los estudiantes. Para ella, no hay confianza en la autoridad.
"No hay acercamiento real con las autoridades", lamenta Cristina, destacando la falta de voluntad para abordar el problema de fondo.
Su voz se une a la de 43 madres, padres y familias que exigen justicia para sus seres queridos.
En Tixtla, la lucha por la justicia es un eco constante, un llamado a la acción contra la violencia institucional y la impunidad.
EHR
