Mediante una técnica con el uso de dos varillas tomadas de la mano, realizan pruebas para detectar corrientes de agua en el subsuelo y donde se juntan ahí les indica que deben hacer una excavación para obtener agua dulce.
De esta manera es como los habitantes del ejido Mata la Monteada buscan sobrevivir ante la crisis que enfrentan por la falta de lluvia, lo que ocasiona que cada día se sequen los cuerpos de agua.
Una vez que detectan agua comienzan a realizar pruebas para corroborar que se trata de agua dulce, la cual procederán a extraer con una bomba y distribuirla a las familias. Esta es la única manera que aseguran podrán soportar los días que falten por llover.
Mientras tanto los pescadores aprovechan el tiempo para elaborar sus artes de pesca. Es el caso de Germán Castro Cabrales, quien desde que concluyó sus estudios de primaria se ha dedicado a la pesca y en estos tiempos de estiaje, alistan redes para pescar jaibas.
Lo poco que logran capturar son jaibas, aunque no en la misma cantidad a la de otros tiempos. “Realmente estamos sufriendo lo que en años nunca habíamos visto es algo muy fuerte para nosotros batallamos para que los pescadores vayan a trabajar. Lo poquito de jaiba no soñé lo que tiene que salir, si jalamos las lanchas se nos pueden romper, dijo Aracely Cisneros Moctezuma, habitante de dicha comunidad.
Son alrededor de cien familias que en su mayoría viven de la pesca, quienes a pesar de enfrentar una crisis de agua, no piensan abandonar sus hogares.
“Queremos una ayuda que nos desasolven todo el canal porque cómo vamos a salir si hay un enfermo”, demandaron a las autoridades.
Es así como los residentes del norte de Veracruz, colindantes con el sur de Tamaulipas, subsisten ante la peor crisis de agua que se ha vivido por la falta de lluvias.
SJHN
