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Entre indígenas y desaparecidos

"Aunque las protestas fueron intensas, el autoritarismo gubernamental se impuso, fueron tiempos oscuros donde la lucha ciudadana no logró ganar la batalla": Centro de Derechos Humanos "Juan Gerardi".


El Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi inició su caminar hace 16 años atrás en defensa de la tierra y el agua.

Como organización jesuita y con instalaciones en la parroquia de San Judas Tadeo, los activistas comenzaron una defensa férrea para impedir la instalación de un relleno sanitario en la ciudad de Matamoros, Coahuila.

"Se movía gente de la parroquia cada domingo y se hacía una celebración eucarística en la que hasta nos contaba la gente que participó y que todavía está en San Judas Tadeo, que ponían el oído en la tierra y escuchaban el agua, el cómo corría".[OBJECT]

"Había un río subterráneo debajo y aún así las autoridades pusieron el relleno sanitario", refirió la defensora de derechos humanos, Sandra Velasco.

Aunque las protestas fueron intensas, el autoritarismo gubernamental se impuso.

Pasó poco tiempo y al iniciar el siglo XXI, una nueva actitud arbitraria se manifestaría en el gobierno municipal de Torreón.

Presidida por el priísta, Salomón Juan Marcos Issa, a través del DIF municipal y la policía preventiva se activó "una cacería" de indígenas migrantes, originarios de San Martín Peras, Oaxaca, debido a que le molestaba a la iniciativa privada su estancia en la ciudad.

"De ahí siguió defender a un grupo de indígenas oxacaqueños a los que quisieron recoger y regresarlos a su estado porque 'afeaban la ciudad'".

"Se vivió una situación de discriminación muy salvaje, igual la gente de la parroquia fue guiada o invitada por el Gerardi y hacían convivencias con ellos".

"Ese pleito se ganó y los dejaron en paz, la gente se unió para ayudarles con alimentos, para celebrar la navidad, para ayudar en lo humanitario que es una forma de concientizar y había mucha participación", explicó la activista.

Al asumir la defensa laboral y de las mujeres, los defensores, sin siquiera saberlo, bifurcaron una nueva ruta en cuanto a la protesta social en la cual el caminar ha sido largo al emprender las luchas ciudadanas.

"Hubo un tiempo en el cual tuvimos un área de mujeres que apoyaba a otras mujeres en situación de violencia".

"Son cosas que se siguen haciendo y la asesoría no se ha dejado, pero conforme ha pasado el tiempo y han pasado las personas por aquí en el Gerardi, las áreas de trabajo se han modificado un poco. Ahora el trabajo principal es con migrantes y familiares de desaparecidos".

A finales del año 2009 apareció en la escena pública la organización "Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila".

En medio de un clima generalizado de violencia y muerte, donde grupos criminales infringían terror, el Centro de Derechos Humanos se sumó a las acciones que emprendió el obispo de Saltillo, Fray Raúl Vera López.

"Fue un tiempo muy difícil en el que teníamos que hacer algo como organización de la sociedad civil ya que las familias venían a exponer sus problemas a los sacerdotes por la confianza, por el sentirse más protegidos y la afinidad religiosa. Fue la misma situación del Fray Juan de Larios en Saltillo".

"Yo creo que a la par que empezaron a llegarle a don Raúl Vera los casos, en otras parroquias también se recibió a personas que tenían el problema o que acababan de ser rescatados y que comenzaron a contar sus historias", detalló Sandra Velazco.

En la búsqueda de ayuda y de respuestas se fue conformando la unión de las familias que, de la noche a la mañana se vieron desarticuladas ante la falta de uno de sus integrantes. Y fue Raúl Vera quien, al contabilizar 14 familias definió la organización de las Fuundec.

"Las mismas familias al elegir el nombre decían que debían unir fuerzas y eso fue lo que hicieron. Para entonces ya había familias de la Laguna reuniéndose en Saltillo".

"Pasaron los meses y empezó a visibilizarse la situación, don Raúl salía mucho en los medios hablando de ello y es cuando nos piden que ayudemos a reunir a las familias de la Laguna para poder ayudar en la organización".

"Fue por fines prácticos y nos concentramos en eso porque el Juan Gerardi no está a la caza de problemáticas sino que respondemos a la necesidad, a los cambios y al cómo van surgiendo los temas".

"A nosotros nos alcanza la problemática y evaluamos hasta dónde nuestras fuerzas nos pueden ayudar para trabajar y si vemos que no, pues no le entramos, pero hay temas como la desaparición forzada a que le tienes qué entrar".

Al asumir la defensa de las familias de los desaparecidos, los activistas y defensores del Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi incrementaron sus riesgos a grado tal que debieron valerse de medidas cautelares, poniendo rejas y cámaras de vigilancia.

-Ustedes sufrieron una intervención del Ejército en las instalaciones.

-Sí, fue en 2012. Ya van a hacer 3 años. Fue una situación que no esperábamos, nosotros hacíamos nuestra labor y un día de trabajo que se te alarga, hubo una incursión del ejército y de la Policía Federal, nos dijeron que por una denuncia anónima venían a buscar drogas, situación por demás ridícula.

Sandra mencionó que el operativo fue ostentoso bajo el sello de Laguna Segura. Los uniformados entraron a todas las áreas de la parroquia: desde el templo, los nichos mortuorios, las oficinas y el área de medicina alternativa.

Otro frente de acción del Juan Gerardi es el trabajo con migrantes, y aunque al principio se abordó el fenómeno local o interno con indígenas que se movilizan del sur hacia las plantaciones agrícolas en la Comarca Lagunera, ahora se labora con migrantes centroamericanos.

"Ha bajado mucho el flujo con esto de que México le está haciendo el trabajo sucio a los Estados Unidos impidiéndoles el paso en el sur, pero aún así siguen llegando porque la migración no se va a detener y por ende las violaciones a los derechos humanos, los delitos que se cometen en contra de ellos, tampoco", sentenció Sandra.

En coordinación con albergues y centros de derechos humanos de México y el extranjero, el Juan Gerardi comparte una base de datos para trazar la ruta migratoria, detectando además las principales violaciones que se cometen.

En Torreón participan en la dinámica que se realiza a través de la Centro de Día para Migrantes Jesús Torres Frayre, que lleva el nombre de un activista lagunero que luchó hasta sus últimos días por la defensa de los migrantes.[OBJECT]

Ubicado en la colonia Las Luisas, al inicio del proyecto participaron varias parroquias y se pensaba en la instalación del centro en la reserva ecológica de Jimulco, sin embargo se reconsideró debido a que el tren dejó de hacer estación en la reserva y los migrantes dejaron de bajar allí.

Sandra Velazco aseveró que se continúa en el intento bajo el auspicio de la parroquia de Santa Cecilia.

"El trabajo en derechos humanos no se va a acabar, así como emigra la gente, vamos a seguir teniendo víctimas y violaciones a los derechos humanos".

"Y los centros vamos a seguir trabajando. Es muy difícil que se termine porque estamos expuestos a la gente que, desde el poder, abusa".

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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