Juan Diego Cardoza Nevárez es un joven que vende conos rellenos de cajeta en la ciudad de Durango, y con eso logró pagar su carrera para maestro en la Bicentenaria Escuela Normal. Ahora, espera juntar el dinero necesario para su siguiente objetivo: una maestría.
Desde hace cinco años vive solo y se costea los estudios para ofrecer un mejor futuro para los niños, pues se considera una persona sencilla que lo hace ser empático con la gente, y por eso piensa que será un buen docente y guía.
Juan Diego dice que una de sus "misiones" es dar clases a niños de primaria, ya que busca acompañarlos en su aprendizaje, y fomentar sus deseos de aprender.
Durante su estancia en la carrera tanto a alumnos y a los maestros vendió sus productos hasta que completó el ciclo. Sin embargo, no solamente fue la venta de los conitos, también contaba con becas de lo ayudaron en su manutención y para acudir a la Normal.
Planeo aportarles lo mejor a mis alumnos como a sus familiares: Cardoza Nevárez
“Lo que fue mi temporada de estudios en la Normal, los conitos de cajeta que ofrezco a las personas me ayudaron mucho a solventar los gastos, vendiéndolos a los alumnos y maestros, y en la tarde en los semáforos de la ciudad".
Ahora es su meta el cursar la maestría principalmente por su pasión a los niños y para continuar preparándose, con el fin de conocer cada uno de los potenciales que puede aplicar en las aulas.
“Principalmente es superarme, demostrar que puedo dar más de lo que he dado en este tiempo y seguir descubriendo mi potencial; descubrir que puedo dar más de lo que me ofreció la carrera en sí. Planeo entra a la maestría este año para poder reforzar o aprender herramientas que me van a ayudar en algún momento, cuando esté frente a grupo y pueda aportarles lo mejor a mis alumnos como a sus familias”.
sgg.
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