En entrevista con Marcela Moreno y Efrén Rodríguez, a través de Telediario Radio, la directora del Centro de Integración Juvenil de Torreón, Cecilia Martinez, se pronuncia respecto al consumo de alcohol responsable.
La especialista destaca que el alcohol no es una sustancia que se deba tener en la alacena con regularidad como parte de la despensa, ya que se trata de una sustancia que cumple con las características para ser considerada una droga.

“Es una droga que cumple con dos criterios importantes: genera tolerancia en el organismo, alteraciones en el organismo, recibe la sustancia, la sustancia psicoactiva que es el alcohol, y es capaz de generar abstinencia, que es la urgencia por consumir el alcohol. Es una droga que, de usarse de manera repetida, sin control, explosiva, va a generar una enfermedad llamada adicción”.
¿Qué es el consumo de alcohol responsable?
Espacios reservados en la mesa, el minibar en la sala, las cervezas en el refrigerador, el vino en la alacena y hasta las barras decorativas en los hogares denotan la normalidad con la las bebidas alcohólicas forman parte de la cotidianidad de las familias.
La entrevistada destaca que el alcohol es la única droga en el mundo que, de consumirse de manera moderada, no tiene que causar adicción. Por ello, la OMS cuenta con una regulación basada en la cantidad de alcohol que el hígado es capaz de procesar sin causar mayores afectaciones.
“La gente cree que el consumo responsable es lo que ‘yo aguanto’, es lo que ‘tú aguantas’, y no. (...). La gente cree que el consumo responsable es individual de acuerdo a la experiencia; y no. La OMS tiene una cantidad moderada a nivel internacional que tiene que ver con la cantidad que el hígado puede metabolizar”.
“Hombres; un trago estándar por hora, un trago estándar a nivel internacional es equivalente a: una lata, una media, un caballito de tequila o cualquier destilado, un shot, una copa de vino, una copa de brandy. Es un trago estándar a nivel internacional. Hombres eliminan el alcohol más rápido. Pueden beber 5 tragos estándar por ocasión, siempre y cuando cada trago dure una hora”.
Cecilia Martínez destaca que, para las mujeres, debido a diferencias biológicas, el alcohol se procesa más lento, por lo que la medida de consumo responsable pasa a ser de 4 tragos por ocasiones, y en ambos casos (hombres y mujeres) no más de 3 veces a la semana.
Consumo de alcohol a temprana edad
Al cuestionar a la entrevistada respecto al rango de edad en que los jóvenes, actualmente, están comenzando a ingerir alcohol, señala un promedio entre 10 y 14 años; sin embargo, recapitula sobre creencias y hábitos repetidos de generación en generación que exponen a menores a un primer acercamiento con el alcohol incluso antes de contar con dientes; por ejemplo, la creencia popular de “untar tequila en las encías” para adormecer el dolor del bebé al brotar los dientes.
"El organismo guarda la memoria de cuándo es la primera vez que el sistema nervioso central recibe el estímulo de la sustancia psicoactiva. Entonces, si tenemos esas respuestas, a los 4, a los 6, a los 8 ‘me daban los traguitos’".
Martínez destaca que, aunque el alcohol se encuentra regulado, en México lo que regula el consumo de la sustancia es la mayoría de edad y el permiso que se otorga al contar con una INE. No existen otros filtros como regulación de compra semanal ni monitoreos personales.
“En este país es a partir de la mayoría de edad; que la mayoría de edad cronológica no corresponde a la maduración emocional, (...) tendría que ser a los 25 que es la última parte que tiene para madurar la corteza prefrontal. A los 25 terminamos maduracionalmente de crecer. Pero el INE a los 18 te permite”.
La incomodidad detrás de la ‘borrachera’
Cecila Martínez destaca que sí hay una preocupación real entre la conducción segura y lo que hay detrás de la ‘borrachera’.
“Quien se exceda con el consumo de alcohol trae un problema de salud mental. Porque no se regula. No va a divertirse. Va a animarse. Luego dicen ‘bueno, han bajado los accidentes de auto por el tema del alcohol’, les digo esta bien que la gente sea responsable y diga ‘me voy en uber’, pero ‘me voy a emborrachar'”.
La entrevistada reconoce la necesidad de crear espacios donde la gente escuche, de informar a la población y pedir ayuda o consejería en caso de necesitarla. Para cerrar, señala que, si bien, hay personas que su objetivo no es dejar de beber, sí lo es aprender a regular su consumo de alcohol y lo que hay detrás.
DAED