Con la participación de Flor Fong Meléndez, Abigail Salazar, Miguel Ángel Saucedo y Jade, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales presentó el libro 'Cartografía de la libertad', que recoge la experiencia de un grupo de hombres privados de la libertad, quienes a través del perdón, la reconciliación y la reflexión crítica sobre sus masculinidades, emprendieron un proceso de transformación personal y colectiva.
A través de cartas escritas a mano y desde el interior del Centro Penitenciario Varonil de Torreón, los presos realizaron un ejercicio de memoria, con conciencia y dignidad, donde la voz se convierte en un acto de resistencia. En el caso de Jade, psicólogo de profesión, habló de lo que implica perder la libertad, soltarlo todo e iniciar un proceso de perdón personal.
“Yo soy psicoterapeuta, tengo varios años siendo psicólogo, por cuestiones políticas llegué a la prisión. A mis pacientes y a mis alumnos, porque también llegué a ser maestro de universidad, les hacía una pregunta: ¿Qué haces cuando te duele el alma? Yo jamás me lo había preguntado a mí mismo, a pesar de que yo siempre lo hacía. En el momento en que llegué a la prisión tampoco me hice esa pregunta porque estaba en shock, porque estaba indignado, triste, estaba enojado, tenía muchas emociones encima, que, a pesar de conocerlas y siempre trabajarlas, en mí no las reconocía”.
La injusticia se impone en los espacios de justicia como paradoja, y este joven pasó tres años en prisión por intentar denunciar un delito. Cuando pensó en qué hacer ante el sentimiento de dolor de su alma, entendió que debía escribir. Además, ya había publicado en formato de libro incluso.
Al ser metodológico y técnico, entendió también que el dolor es menor cuando la persona se despoja de su ego y comienza a intentar ayudar a los demás. Así lo hizo estableciendo una terapia donde sin duda convivió con otros hombres acusados de delitos graves. Ahora que expiró su tiempo en la prisión, está fortalecido, contando sus experiencias.
Las maestras Flor Fong y Abigail Salazar se encargaron de la confección del libro editado por la Universidad Autónoma de Coahuila y la Fundación para la Reconciliación México. En el caso de Salazar, la académica comentó que el libro tiene diferentes enfoques porque aborda desde tres diferentes perspectivas.
“El sendero que me tocó no solamente abordar a mí, sino que construir fue justamente el sendero metodológico. Ese sendero en el que tienen que confluir lo emocional, la metodología ESPERE, pero también el enfoque académico porque yo no iba como turista al Centro Penitenciario Varonil de Torreón”.
Esta profesional es especialista, forma parte de estrategias de incidencias en centros penitenciarios. Incluso a los trece años acudía a los penales como parte de grupos de teatro que acudían a Santa Martha Acatitla para trabajar con las internas. Es por ello que aceptó la invitación de Flor Fong, y además defendió los textos para que estos fueran transcritos, tal cual los entregaron los participantes, pues el libro, este no corrige, no edita ni mejora. Se trata de escuchar a sus hacedores.
Fong, con catorce años de experiencia en la metodología del perdón y reconciliación, dijo que lo que la mantiene ecuánime y sensible a las necesidades de las personas es verlas con compasión. No desde el concepto trillado de la empatía, sino a la posibilidad de tener poder sobre la otra persona, despojarse de prejuicios para acompañar y escuchar.
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