La Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California descubrió que el bebé a quien sus padres intentaban sepultar en secreto con ayuda del personal de una funeraria en Tijuana, murió por traumatismo craneoencefálico.
Menor tenía indicios de maltrato
El caso habría pasado como una muerte natural, pero la FGE recibió un reporte de que un niño sería sepultado, pese a presentar signos de maltrato.
Al indagar, descubrieron que ni el Hospital General ni la funeraria Latinoamérica notificaron al Ministerio Público que el lactante, de ocho meses, sufrió maltrato, lo que quedó asentado en el reporte médico.
Al realizar un cateo en la funeraria también se encontraron ocho cadáveres cuyas muertes tampoco fueron notificadas a la autoridad ministerial.
"El menor falleció por traumatismo craneoencefálico y, si el Ministerio Público no se hubiera alertado de inmediato ni hubiera hecho la intervención correspondiente, donde realizamos un cateo en dicha funeraria para rescatar el cuerpo del menor, el caso habría quedado impune.
"Ya se encuadró el delito de homicidio doloso por la muerte de este pequeño bebé", declaró la fiscal general María Elena Andrade Ramírez.
Agregó que, además de los padres y del personal de la funeraria, "no descartamos mayores participaciones de personal del Hospital General, como civiles".
Trasladan ocho cuerpos más al Semefo
En ese operativo también encontraron ocho cadáveres de adultos en el refrigerador del inmueble.
"De los cuales no se había recibido aviso de su fallecimiento. Estos cuerpos los turnamos también al Servicio Médico Forense (Semefo) para el reconocimiento correspondiente. Al parecer sí habían muerto por enfermedad; sin embargo, esto se tiene que descartar debidamente", precisó la fiscal.
La funeraria permanece cerrada y se prevé que los padres del menor sean detenidos en las próximas horas, mientras la investigación continúa para deslindar responsabilidades por el ocultamiento del delito cometido contra el bebé.
ksh