El área de Cardiología de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) número 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recibe un promedio de 533 pacientes mensualmente, de ellos por lo menos tres llegan por afectaciones derivadas del consumo de estimulantes como cocaína y bebidas con taurina mezcladas con alcohol.
Raúl Wong Estrello, jefe del Servicio de Cardiología de la Clínica 71 del IMSS, indicó que en su mayoría se trata de jóvenes entre los 20 y 30 años de edad.
La enfermedad cardiovascular es un padecimiento de larga evolución, empieza desde la niñez prácticamente, con los hábitos alimenticios, la falta de ejercicio, estrés y sobrepeso, además de las afecciones crónico degenerativas como la diabetes y la hipertensión.
"Estos factores provocan que se presente la enfermedad aterosclerosa, que obstruye las arterias y entonces no llega suficiente sangre a los órganos afectados, en este caso el corazón, y se manifiesta con un dolor que da por el ejercicio, eventos traumáticos y estrés".
"El corazón tiene que latir más rápido y requiere más aporte sanguíneo, entonces se prende una alarma cuando está obstruida la arteria, pues es el dolor se convierte en una especie de aviso que se tiene que atender de inmediato", explicó el médico.
Las enfermedades del corazón están entre la primera y segunda causa de consulta en la adultez y es el 30 por ciento del total de los pacientes que se reciben en la Clínica 71. En lo que se refiere a las edades, Wong Estrello señaló que actualmente se presentan frecuentemente después de los 30 y 40 años, mientras que antes era después de los 50.
Agregó que el uso de la cocaína provoca infartos en los jóvenes, pero también sustancias que se encuentran en bebidas energizantes y se combinan con el alcohol.
"Muchos jóvenes llegan a parar con nosotros por arritmias cardiacas, angina de pecho e infarto secundario provocado por el uso de drogas y sustancias estimulantes como los energéticos combinados con el whisky", concluyó.
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