Los colectores de aguas residuales que se plantean en la región de Tula no servirán para un verdadero saneamiento del río Tula, pues únicamente se tratarán las descargas municipales y no se atenderá el problema real que representan para el caudal las descargas del Valle de México.
Así lo afirmó René Romero Rivera, del Colectivo de comunidades en defensa de la vida y del territorio de la región tolteca, organización que ha alertado sobre las condiciones críticas en esta zona de sacrificio.
El activista dijo que el tema de los colectores propuesto por el gobierno para sanear las aguas procedentes de los municipios Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Tlaxcoapan y Tula de Allende, es muy limitado pues sólo combatirá la contaminación procedente de estas demarcaciones y no atenderá la problemática real que representa el vertido de las aguas de la Cuenca del Valle de México.
Afirmó que hasta ahora no hay proyectos para impedir que llegue toda la carga contaminante desde esa zona al Valle del Mezquital y externó que es preocupante que se pretendan sanear únicamente las descargas municipales, cuando la mayor carga de desechos viene desde el Valle de México y su zona metropolitana.
Sostuvo que el decreto de Restauración ecológica para la zona de influencia de la presa Endhó aborda sistemas de tratamiento descentralizado mediante baterías de pequeñas plantas de tratamiento, además separadores hidrodinámicos y humedales artificiales a lo largo de los ríos, pero a pesar de ello lo único que se está planeando es impulsar colectores locales.
Pero dijo que el proyecto está desvinculado del programa de restauración ecológica a pesar de que los ríos sí están dentro del polígono de acción contemplado por el gobierno federal.
Señaló que como organización desconocen por qué se plantean soluciones contrarias a lo que establece el decreto y afirmó que parece que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y las áreas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no trabajan en coordinación, pues no hay acciones congruentes.
Romero Rivera dijo que no se debe afectar más al río Tula porque para los colectores se tienen que excavar los márgenes de dicho río, además del río El Salado, y en el caso del primer caudal, esto representaría más daño aún pues se perdería el aspecto ecológico al no llegar esa agua.
Resaltó que es importante que esas descargas se traten y afirmó que aunque están de acuerdo con un saneamiento, si no llega agua al río no podrá mantenerse viva la vegetación ni se removerán los sedimentos.
En este último caso, dijo que durante 2025 el periodo de estiaje evidenció que en el área del río “que se convirtió en canal con el revestimiento”, habían lodos atascados, los cuales emitían malos olores y causaron alarma entre la población, por lo que debe llegar agua al río, pero insistió en que se debe atender el saneamiento desde el Valle de México.