Fueron absueltos los últimos seis trabajadores del bar Calígula detenidos por la Procuraduría General de Justicia del DF por el delito de trata de personas agravada, en febrero de 2014.
A poco menos de un año del operativo en donde detuvieron a 25 personas, un juez determinó la inocencia de todos estos trabajadores, dio a conocer Carlos Landa, presidente de la Asociación de Bares y Centros Nocturnos.
En conferencia, el también abogado explicó que se determinó que no existían elementos para incriminar a estas personas que trabajaban en este inmueble ubicado en Insurgentes Sur y Xola, en la colonia Roma.
Recordó que inicialmente la juez 56 penal del Reclusorio Oriente determinó su inocencia; sin embargo, el Ministerio Público apeló la resolución y tras ser analizada se resolvió su no procedencia y enseguida se ordenó la libertad de los imputados.
"Con este resultado se confirma lo que hemos venido sosteniendo desde el año pasado en el sentido que los negocios afiliados a la asociación, así como sus trabajadores y sus bailarinas no cometemos ni promovemos ninguna actividad delictiva.
"Estamos seguros que el baile erótico es una actividad lícita que puede ser reconocida y regulada, y las personas que dependen del mismo dejarán de ser perseguidas y criminalizadas", consideró Landa.
En febrero de 2014, la Fiscalía Central de Investigación para el Delito de Trata de Personas, a cargo de Juana Camila Bautista, llevó a cabo un operativo en el Men's Club Calígula, el cual fue cuestionado por bailarinas y empleados debido al uso desmedido de la fuerza y falsas acusaciones.
Por lo que Mónica Salazar, representante del Colectivo contra la Trata de Personas, aclaró que este caso no está cerrado debido a que las comisiones de Derechos Humanos tanto federal como local, realizan investigaciones, ya que, dijo, quedaron al descubierto violaciones graves a los derechos de los detenidos.
"Principalmente es presunción de inocencia hacia las y los empleados, todos los derechos consagrados en la Ley General de Atención a Víctimas de Trata a las chicas fueron violentados.
"Si bien todos los protocolos internacionales establecen que es muy difícil que una víctima de trata se autoidentifique, la mayoría de los casos de trata a nivel nacional establecidos en el Protocolo de Palermo, hablan del sometimiento y la fuerza.
"En estos casos muchas chicas al momento de la intervención aseguraban que no estaban en una situación de trata, exigían la identificación de las y los oficiales, lo cual no se realizó y en muchos casos hubo tratos crueles e inhumanos", aseveró.
Landa aseveró que aproximadamente 60 empleados de otros establecimientos siguen en prisión por el mismo ilícito, de quienes, dijo, la mayoría se trata de padres y madres de familia que desarrollaban trabajos como meseros, garroteros, boleteras, maquillistas o encargadas del vestíbulo de bailarinas.