Tener como mentor a Martin Scorsese, Alfonso Cuarón o Arturo Ripstein puede representar un paso adelante, pero éste no valdría de nada sin el talento y compromiso con el que sus discípulos Alfonso Gómez-Rejón, Jonás Cuarón y Gabriel Ripstein, respectivamente, tomaron la batuta para poner en pantalla algunas de las historias más reconocidas.
Desde que era un adolescente, Alfonso Gómez-Rejón buscó trabajar con Martin Scorsese, y lo logró, pero el camino al cineasta responsable de El lobo de Wall Street, Buenos muchachos y Los infiltrados no fue sencillo, ya que antes tuvo que rodearse de decenas de contactos que, poco a poco, lo fueron acercando a su objetivo, aquel que soñó cuando vio Calles peligrosas.
"Viví la revolución del vhs y abrieron una tienda de intercambio cerca de mi casa, ahí descubrí a Scorsese. A los 12 años quería ser director, a los 17 entré a una escuela en Nueva York, luego me aceptaron para películas independientes como jala cables, pero mi misión era llegar a Scorsese", dijo en entrevista Alfonso Gómez-Rejón.
"A los 20 años conocí a personas que me conectaron a su segunda asistente, Scorsese buscaba a alguien que ayudara y así llegué a él, pero sin conocerlo en persona, era horrible tenerlo cerca sin poder acercarme; después de meses pude conocerlo, se interesó por mi trabajo, no sé qué vio en mí, pero los sábados veíamos películas en su oficina y luego me llevó a trabajar con él", agregó.
La dinastía Ripstein va de generación en generación enseñando el quehacer cinematográfico, incluso cuando Gabriel explotó su faceta financiera, el legado familiar lo llevó a dirigir su primera película, 600 millas, que ahora representa a México rumbo a las nominaciones del Oscar. El realizador afirma que la influencia viene desde Luis Buñuel.
"Buñuel iba mucho a mi casa porque era amigo de mi papá (Arturo), y fue él quien me regaló mi primera pistola, que luego perdí, pero me quedó ese inmenso respeto por las armas, crecí entre armas, porque mi abuelo (Alfredo) era cazador, y crecí entre los sets porque ambos se dedicaban al cine", explicó Gabriel.
"Tenía miedo a salir del clóset cinematográfico, no me atrevía porque no quería comparaciones, pero luego me aventé a hacer 600 millas y dejar la parte de finanzas. Ahora pienso en la siguiente película. Recibir a mi papá en el set era curioso, todo mundo le teme, pero es un viejito agradable", agregó Gabriel.
:Claves
Los Cuarón
- Al igual que Alfonso Gómez-Rejón y Gabriel Ripstein, Jonás Cuarón fue un discípulo directo de su padre y su tío, Alfonso y Carlos Cuarón, quienes de pequeño lo acercaron al cine.
- Alfonso y Carlos fueron productores de su segundo largometraje: Desierto, una aventura que Jonás comenzó tras la experiencia que le dejó su paso como coescritor de Gravity, historia que le dio el Oscar a su padre. "Desierto tiene cuatro años, pero antes probamos con Gravity", dijo Jonás.
- "Desierto contó con el ojo no solo de mi papá y mi tío, sino que también recibí consejos de Alejandro González Iñárritu y de Amat Escalante", contó el director.