Una velada de nostalgia, romanticismo y buena música norteña fue la que se vivió en compañía de Pesado en su regreso al Domo Care como parte de su gira Frente a Frente.
La agrupación dejó en claro por qué, después de más de tres décadas, sigue siendo una de las consentidas del público regio.
Entre gritos y aplausos, el grupo liderado por Beto Zapata fue recibido al llegar al redondel de la Expo Guadalupe que llegó listo para hacer vibrar a todo su público en una noche llena de sus más grandes éxitos.
“Mi promesa”, “Llegó el amor” y “Lástima me das”, fueron los primeros temas que sonaron cuando arrancó el show en punto de las 23:16 horas.
“Gracias a todos. Buenas noches, bienvenidos. Esperemos que disfruten de estas historias que traemos para cantarles y complacerlos de todo lo que quieran escuchar de nuestra música”, mencionó Beto Zapata.
El grupo que “vale lo que pesa” mezcló romanticismo, desamor y grandes recuerdos que ha cosechado a lo largo de 32 años de carrera musical.
Entre los temas más coreados estuvieron clásicos como “Mitad y mitad”, “Te quiero, te amo”, “A chillar a otra parte” y la infaltable “Ojalá que te mueras”, que puso a cantar a todos. Pero la noche también sirvió para presentar algunos temas de su más reciente álbum Frente a Frente, donde colaboran con artistas como Alfredo Olivas, José María Napoleón y Bronco, demostrando que su sonido sigue evolucionando sin perder su toque inconfundible.
Entre los asistentes se encontraba Luis Antonio López “El Mimoso”, quien no solo disfrutó del concierto desde las gradas, sino que terminó bajando al redondel para compartir el escenario con sus colegas.
El público estalló de emoción cuando juntos interpretaron temas como “Acábame de matar”, “Loco” y “Hasta la miel amarga”, provocando uno de los momentos más memorables de la velada.
La química entre El Mimoso y Pesado fue tan natural que el público pedía más, convirtiendo el Domo Care en una gran cantina llena de ritmo, emociones y pura buena vibra.
Los músicos se entregaron por completo durante casi cuatro horas de show continuo, en las que no hubo un solo minuto de respiro. Luces, acordeones, guitarras y voces poderosas llenaron el recinto, creando una atmósfera de complicidad y alegría que solo Pesado sabe generar.
mrg
